¿Abandonar?

¡Directo en el árbol, indirecto en el fruto!

¿Abandonar pues a los que te rodean

y como peregrino vivir en lo otro y otramente

que en la realidad

y caminar como el último

para no hacerse peor que el penúltimo?

Pero eso es fácil de aconsejar ocultando el camino,

o bien está prohibido por el preinfierno

donde encontrarías

a las que amaste…