Qué pocas cosas dan la paz al alma
antes que sea tarde
en el tiempo, que apresurando el paso retrocede…
Los espirales de la serpiente del sexo
oprimen la espina dorsal de tal modo
que incluso el pensamiento se pone azul…
El árbol del paraíso era sólo una vara más alto,
pero el mismo paraíso era todo él más alto:
una cima sin fondo…