Vela y sabe

Ciudades puteadas hasta el esputo

y por algún sitio una roca en el descampado,

como la que duerme y vela,

vela y sabe qué es el futuro,

ese presente durante el cual

trabaja por nosotros el ángel de la guarda,

de modo que podemos descansar…

Nunca el basalto se convierte en arena.