MENIPO.
No veo más que huesos y cráneos descamados,
muy parecidos entre sí.
HERMES.
Y es precisamente de eso de lo que se asombran
todos los poetas, de esos huesos… Sólo tú, parece
ser, los desprecias…
MENIPO.
Bueno, enséñame a Helena, que yo no la reconoceré.
HERMES.
Este es el cráneo de Helena…
LUCIANO