Despertado

Despertado por un golpecito en la ventana

fui a ver quién era.

Pero sólo la noche, el sauce y el pozo seco

y el linde del cristal delante de las manos

se mostraban inocentes y mudos.

Sin embargo cuando me quise acostar de nuevo

vi entre las mantas que latían

a un durmiente: era mi locura.