No, imposible dormir… Cuanto más joven se hace ahora el silencio,
tanto más ensordecedores son los detalles de los grises remordimientos…
Voy por mi estancia a medianoche,
cosiendo los rincones en un amasijo de desesperación…
¿Quién, pues, me escupe a la cara?
¿Es el final de la inocencia en el poeta?
En el cielo el León y la Virgen caen…