¿Quién, en tan seductor silencio, te despertó?
¿Y cómo es que de pronto,
a una milla, ves la remota iglesita
donde un día te bautizaron,
y en esa iglesia una leyenda, cuchillo en mano,
que se detuvo ante una tumba que sudaba?
Te hiela la columna vertebral el enigma de los antepasados…