¡No, no puedo con la máscara con una contramáscara!
¡Tampoco puedo echarme para atrás!
Mejor es que mi visión no encuentre la voz,
mejor es que todo lo que la pasión pierde
le entregue la melancolía
a la desesperación de regreso.
Fue, sin embargo, siempre ésta la única manifestación
que a través de un hecho real conocí…
¿Qué más, pues, quieren de mí?
Incluso el laurel huele sólo cuando está marchito…