Se sentía tan seco
como una fuente que no tuviera bastante con su agua,
un lago con su río, una botella con su vino… E incluso cuando se decía
que el presente se sucede a sí mismo demasiado deprisa
para no ser ya futuro;
sentía que en ambos el hombre moría
si no sufría hasta el absurdo…
Y si sufría así, ¿cómo es posible que no llorara por sí mismo,
como por sí mismas, a veces, suenan las campanas?
Y sin embargo lo hace.