Capilla del cementerio vista a través del muro del jardín
donde el gato se come al ruiseñor…
Así era también mi visión de la vida.
Lo he vivido y no sé por qué tendría que excusarme
ante los mortales se tratara de quien se tratara.
Hasta la más profusa declaración de amor
es como la destrucción de todos los vivos a un tiempo.
Hasta la más callada declaración de amor
es como la resurrección a un tiempo de todas las tumbas.
Vienen a mí los otros, los otros.