Tempestad de nieve… El sol por algún lado en Turingia…
Aparte de eso nada, ni un amago de semejanza…
Los sueños, los signos, las imágenes, hasta la humedad de los muros
podría salvarlos sólo una ayuda sobrenatural…
He amado y en cambio no me acuerdo ya.
En la vida, por la vida, venía a mi encuentro la muerte
siempre en el mismo sitio,
pero ni siquiera la ignorancia significa felicidad…
Terrible es mi soledad cuando muda me ordena
ser más impersonal pero no para todo el mundo… Un poema
es un don… Sí, pero lo hablado vale más que lo escrito…
¡Qué daría por un amigo!