La belleza es de Dios. Pero la belleza seduce.
Desde el hombre del paraíso hasta el que hace la autopsia de la puta asesinada
nos culpa a todos de abandono,
nos promete la mujer como futuro,
pero un futuro tal
que se diría cree en la eternidad sólo más allá de Dios
y nos soporta por nuestro miedo…
y si tenemos celos, sonríe perversamente
hasta donde la nostalgia nos cambia en alegría del mal…
Comparada con la miseria como certeza
es demasiado volátil, para herir a la mayoría…
Vislumbrada sí, vista no.