Cae la nieve… Y su más silencioso caer
hace más negro el ruido del carbón que descargan aquí o allá.
También dos bodas a la vez
trotan la calle con letritas amorosas.
Carne blanca, barniz negro… acontecimiento, no acción.
Después anochece… Pero ni siquiera los mejores
comprenden y toman por alegría
la excitación secretamente egoísta, momentánea y muda,
mientras sobre todo ello, ahora mismo, se pronunciará el sufrimiento,
esa estrella instantánea que emite y confirma la eternidad…