La noche es tan hermosa que te avergüenzas incluso de desear
desde las profundidades del triste vacío…
Los muertos como si se desplazaran sobre sí mismos
en las orugas del cementerio,
los animales como si alguien los asustara con el delantal del carnicero,
las cosas como si no supieran dónde están…
Sí, está escrito que nadie verá a Dios en vida.
Nos protege, pues vive en el oscurecimiento,
en el fuego, en la niebla, en la nube, en el viento,
y cuando va entre telones y entre futuros…
Hasta los santos vislumbraron sólo su dorso.