Presentimiento

Una noche llenaste el vaso de vino

y te fuiste a la habitación de al lado a por un libro.

Cuando volviste estaba el vaso por la mitad.

Tuviste miedo y preguntaste con voz estallante, enloquecida,

quién podía habérselo bebido ya que tú vives solo,

encerrado en muros de piedras y espinos silvestres

y en medio de tanta inhumanidad

que hace tiempo abandonaste estatuas, quimeras y espectros.