En el primer domingo de Cuaresma

Amargura, amargura, tú tan de aquí

y, con todo, vuelves de aquel mundo

precisamente en el momento en que suele llegar el cartero

¡con cartas secretamente abiertas!

Poesía, poesía, tú tan de aquel mundo,

y, con todo, no debes volver,

ya que hay voces de pájaros hace tiempo extinguidos,

que todavía hoy viven en la música de las danzas salvajes.

Amargura de la poesía, tú tan de aquí

porque de aquel mundo,

tú que sabes bien que los poetas suelen dar la palabra

que luego les gustaría recuperar,

sólo que Dios es siempre en el futuro…