Rembrandt

Rembrandt lo intuía… Y él sabía

que la pared estallada, la uva agrietada, la mujer-mujer,

que aquí no son abismos,

no pueden ser señales.

Rembrandt lo sabía… Y él sentía

qué pasaba para que la comida más simple

servida en la fuente más cara

se diera siempre unida al ideal

sobre los brillos de la mosca mortuoria.

Rembrandt lo intuía… Y él sabía

que las almas están entre ellas y sí mismas,

que por lo tanto puede que entre sí no escapen,

pero que el genio es el presente perpetuo…