El antiguo tronco del peral arañado por los rayos
es hermoso como la columna punteada del granero.
Y la piedra en la niebla recuerda a la adivina,
que se avaha el trasero con infusión de violetas.
«¡A todo le llega su hora, va para arriba!», dicen la fruta y el grano.
«¡Todo está abajo!», aseguran el sexo y la muerte.
Y aquellos que aquí cavan en la tierra, encuentran huesos
y según la pequeña piedra molar
y según el dinero encontrado junto a ella
deduzco que son huesos de hombre…