Muro… Muro tan espiritual que ya sólo puede humillar,
muro, que al alma tentada niega el movimiento
y al movimiento la añoranza de las grietas en pos del prodigio.
Pero muro en sí como humillado por el misterio,
puesto que está aquí. Y equilibrando ese sentimiento
su ser tan alto y no caerse en pedazos…