Señales

El arte empezó con la caída de los ángeles…

El tiempo de los vilanos en el aire, las montañas de estiércol, el cálamo pisoteado,

las cenizas no quemadas y las lenguas destrozadas por la nata,

el tiempo que se afeita el vello en los muslos de la prostituta,

aligera sólo en apariencia.

Pero el tiempo de las piedras, del peinar de la madrastra, del cojear del perro,

el tiempo que tose en los sótanos,

el tiempo del enterrador que cavando la tierra quisiera llegar a una vida más real,

el tiempo de las vértebras cervicales en el momento del salto

a través de la hoguera de San Juan,

el tiempo que necesita toda nuestra ayuda,

tiene aún poco peso.

El arte empezó con la caída de los ángeles…

Pero también ellos bebían vino, partían el pan

y se acostaban con mujeres mortales,

y por eso, ebrios, buscamos de nuevo señales

como si en la mesa marcada por el cuchillo de Orfeo…