Ésta es la hora: la música no puede
y la palabra no quiere… La empañada línea de la nada,
diseñada por el aliento, muestra hambrienta
que necesita la realidad toda
para convertir el acto en imagen…
Empieza a llover… El rojo se destiñe de las dalias…
El asesino se lava las manos en el pozo.