XLIX. 31 de diciembre

¡Hasta qué punto es nuestra cada una de nuestras fierezas!

¡Como si en el establo de los meses, el año vertiera vino en la avena

y como si los vendavales fueran los criterios

de una inspiración obtenida por el relámpago de los olvidados!

¡Hasta qué punto es nuestro cada uno de nuestros gozos,

que muere de la insuficiencia cardíaca del meteoro!

¡Hasta qué punto es nuestro el agonizante amor,

que, desesperado, quiere renovar una eternidad,

la cual, sin embargo, no ha dejado de ser pasajera!

Incluso en la angustia hay algo finito.

Si has seguido vivo, es debido sólo a que

rápidamente has creado un nuevo…