Cuando el vértigo convierte en oscuridad todo lo visto,
por el murmullo de la cascada comprende la sangre
los muros manchados por la espuma
de rabia de la cicuta.
Como si faltara algo en la herida,
que sin vengarse se hubiera cicatrizado…
Una fuerza igual al árbol llena el regazo
que invita no invitado.
La mujer se muerde en los labios de su amante…