XXXIV. Destino

Es sólo un sendero forestal de montaña…

Aunque las nubes se abrieran paso

hasta el conocimiento del cielo

y lo iluminaran un instante,

sientes que un grave oscuropensamiento

hace mucho eligió su soledad.

¡Párate aquí!… ¡Calla!… ¡Reflexiona!

Apenas tienes más que él:

para la vida piedra, para la muerte el edificio.