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Día 7, 01:00 AM.

Sede de GoodLife Mountain View,

San Francisco, California.

Jimmy miró con sorpresa a los inspectores, hizo una señal a su guardia para que disparara a David, pero Blake disparó al hombre. Irina corrió con los brazos en alto hacia los inspectores, mientras Jimmy se apresuró a escapar por la puerta lateral.

David la persiguió, entró en la sala y contempló los cientos de ordenadores conectados. Aquello era la nueva Biblioteca de Alejandría. Jimmy se acercó a un teclado cuando los inspectores entraron en el inmenso salón.

—Si se acercan destruiré todo lo que hemos escaneado. La cultura del hombre desaparecerá —dijo el hombre fuera de sí. —El juego ha terminado —dijo Blake—, será mejor que se aparte de ese teclado. —¡No! —gritó Jimmy. El inspector apuntó al hombre.

—Sepárese —dijo muy enfadado. —Todo desaparecerá conmigo. El mundo no merece seguir existiendo. Estamos gobernados por incompetentes, la mayoría de la gente no aprecia lo que hay en los libros. No los merecemos. Tal vez ese sea mi destino, destruirlo todo. —Quieta —dijo David—, da una oportunidad al mundo, la última.

—No lo merece —dijo Jimmy empezando a teclear el código. Blake disparó el arma y Jimmy se detuvo. Metió la mano en el costado y la sacó manchada de sangre. Miró sorprendido a los inspectores y se desplomó.

David se acercó hasta él, seguido por el inspector Blake. Sintió compasión al verle postrado, moribundo, con el miedo pegado a la mirada.

¡Ya vamos a por ti! ¡Estamos a la puerta! —recitó el hombre en un último suspiro.