Día 6, 5:45 PM.
Bunker de la Casa Blanca,
Washington DC.
El Presidente había convocado la última reunión del gabinete de crisis. Todo parecía que volvía a la normalidad. El ejército se había empleado a fondo y se había cubierto más del 80% del territorio. Michael John, el director de Gestión de Documentos del FBI, Jack el jefe de la División Antiterrorista de la CIA y el Vicepresidente Frank ya estaban en la sala cuando entró el Presidente.
—Caballeros, tengo que felicitarles, hemos superado la crisis. Todos miraron al Presidente. La última semana había sido una de las peores de sus vidas. Decenas de horas de trabajo, noches sin dormir y la preocupación de que todo el país cayera presa del caos.
—Todavía estamos en alerta naranja —dijo Jack. —¿Se ha descubierto algo más de los autores? —preguntó el Presidente. —No, señor Presidente. No hemos logrado probar nada, aunque dimos caza a un joven científico y su profesor, imagino que le sonarán los nombres: Jonathan Huxley y Mr. Rutan. Le hablé de ellos en la anterior reunión —dijo Jack. El Presiente miró con desdén a su colaborador.
—¿Cree que en plena crisis mundial voy a recordar el nombre de dos asesinos? —¿Qué relación tenían ellos con el caso? —preguntó el Vicepresidente.
—Al parecer descubrieron un remedio para eliminar la bacteria del papel. Pensamos que ellos habían creado la bacteria y después habían inventado también algún tipo de remedio, cuando intentaron vendérnoslo fueron abatidos, habían asesinado a sangre fría a dos agentes del FBI —explicó Jack. —Entonces el caso está cerrado —dijo el Vicepresidente. —Pero ¿actuaron solos? —Preguntó Michael John. —Será muy difícil que lo averigüemos. Lo único que podemos hacer es vigilar para que no vuelva a suceder —dijo Jack. —¿Cómo va la fumigación? ¿Ha parado completamente el proceso de destrucción de papel? —preguntó el Presidente. —Sí, señor Presidente. Estamos terminando el trabajo —dijo Michael John. —¿Y la digitalización? —A un 90%. Mañana terminaremos el proceso —dijo Michael John. —Estupendo. En cuanto termine quiero que envíen equipos a diferentes países de Sudamérica, pidan más ayuda a GoodLife. —Señor Presidente, sé que este no es el sitio adecuado, pero ha visto el programa Babel Fish —preguntó Michael John. —Sí, es un programa muy interesante y nos ahorrará millones de dólares. Haremos una comisión que estudie su aplicación. El Presidente se puso en pie.
—Caballeros, sus nombres serán recordados en los libros de historia. Han salvado a América.