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Día 6, 09:00 AM.

Sede de la ONU,

Nueva York.

La gran sala estaba a rebosar. En aquella sesión se concederían ayudas a los países que no habían logrado reunir los recursos necesarios para comprar el remedio del Jimmy Watson Institute. En las últimas 14 horas la destrucción del papel en los Estados Unidos prácticamente se había detenido en seco.

El delegado de Uganda subió al estrado para empezar la sesión.

—En esta última crisis las diferencias entre países ricos y pobres ha aumentado. En la mayoría de los estados africanos el 60% de sus libros y documentos han desaparecido y si esta tendencia no se ataja, me temo que el resto desaparecerá en pocos días. No tenemos recursos para comprar este remedio, pero pedimos a esta asamblea que nos conceda las ayudas para salvar lo que queda de nuestra cultura y economía. El delegado recibió una cerrada ovación y regresó a su asiento. Le sucedió el representante de Brasil.

—Los países de Latinoamérica también han sufrido la devastación de esa bacteria, se han perdido miles de libros y papeles importantes, pero aunque la situación no es tan grave como en África, al ritmo que vamos, perderemos nuestro patrimonio y no recuperaremos la normalidad si no se para la destrucción del papel a nivel global. De nuevo los delegados aplaudieron la intervención. El representante de España subió el tercero al estado.

—Nuestros hermanos de Hispanoamérica tienen razón, su patrimonio cultural no es menos importante que el nuestro. España ha mando algunos equipos de escaneado a varios países y ayudas para luchar contra la bacteria, pero pedimos una apoyo a nivel global para los países en vía de desarrollo. El Secretario General tomó la palabra. Observó a la asamblea y en su perfecto inglés lanzó las medidas a seguir en los próximos días.

—Hemos firmado un acuerdo con GoodLife para la ayuda al escaneado de los documentos más importantes y hemos comprado suficiente cantidad de producto al Jimmy Watson Institute para comenzar inmediatamente la destrucción de la bacteria del papel. La actuación será de norte a sur en África y Sudamérica. Esperamos que en una semana se haya recuperado la normalidad y todos los países hayan vencido esta terrible crisis. Sin duda hay obras irrecuperables, pero a lo largo de la historia estas desgracias han sacudido a la sociedad. Juntos salvaremos el patrimonio histórico del mundo y devolveremos la paz a miles de millones de personas en todo el planeta. La asamblea se puso en pie para aplaudir al Secretario General. Por primera vez en mucho tiempo, todos los delegados estuvieron de acuerdo en un mismo asunto. El mundo se había salvado.