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De tres puntos distintos comenzaron a brillar las luces de colores y las sirenas de la policía. Los secuestradores se sintieron sorprendidos y subieron rápidamente al vehículo. Carmen corrió hacia David y después se dirigieron hacia un coche al fondo del aparcamiento. El vehículo de los secuestradores avanzó hacia ellos para arroyarlos, pero en el último momento giró, dando un volantazo.

Frank encendió las luces de su coche, lo arrancó y frenó delante de David y Carmen, cuando los secuestradores comprendieron que habían sido engañados se lanzaron contra el viejo Toyota de Frank, pero este salió a toda velocidad en dirección al puente. Habían previsto la posibilidad de que los persiguieran y lo más sensato era cruzar el puente e intentar desaparecer en alguno de los caminos del Parque Natural. Frank solía ir de excursión casi todas las semanas y se conocía bien todos los senderos.

El coche de los secuestradores tomó la autopista tras ellos y se pegó literalmente a su guardabarros. Frank puso el coche a su máxima potencia, pero apenas logró ganar un par de metros de distancia. A esa hora todavía había bastante tráfico en el puente, pero el editor se las apañó para adelantar a los coches haciendo zigzag entre ellos.

El vehículo de los secuestradores era mucho menos maniobrable y comenzó a quedarse rezagado. Cuando el Toyota de Franz llegó a Vista Point Rd, tomó la salida y ascendió por el camino curvado hasta un sendero saliendo después en Conzelman Rd.

Después de recorrer unos veinte kilómetros miró por el retrovisor, nadie les seguía, había conseguido darles esquinazo. Es menos de media hora estarían en su pequeña casa de las montañas. Por lo menos esa noche dormirían tranquilos.