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David se entretenía mirando la televisión cuando de repente anunciaron una noticia de última hora.

—Ultima hora en San Francisco. Les habla Ramsey Ken. El FBI ha descubierto a dos hombres sospechosos de provocar lo que ya se ha denominado «la crisis del papel». El joven científico Jonathan Huxley y un profesor jubilado llamado Noah Rutan fueron detenidos esta mañana. Dos agentes les acompañaron a la residencia del Mr Rutan, pero fueron asesinados y los dos sospechosos se dieron a la fuga. Si les han visto, les rogamos que informen a las autoridades. David miró sorprendido la pantalla. ¿Cómo podía ser que hubieran pillado a esos dos tipos? Sin duda eran cabezas de turco para desviar la atención de los medios de comunicación. Miró impaciente el reloj. Hacia media hora que Susan estaba dentro y la cosa empezaba a ponerse fea.

Se dirigió a la entrada de seguridad y se movió inquieto por la sala. Un par de minutos más tarde Susan salió por la puerta. Parecía nerviosa, pero estaba viva, pensó David alegrándose de verla de nuevo.

—Vamos —dijo la mujer. Los dos caminaron inquietos hasta la salida del edificio y después del complejo. No cruzaron palabra hasta llegar a la calle principal.

—¿Qué ha sucedido? —preguntó David. —Nada, todo está bien.

—¿Has conseguido lo que buscábamos? —Sí —contestó Susan. —Vamos a entregarlo a Frank, imagino que ya estará en casa —dijo David. —Es muy tarde y es mejor que guardemos la información toda la noche —dijo Susan. —Tienes razón. —Mis padres tenían una casita cerca del Lago Merced. Una amiga me ha dejado las llaves de su coche —dijo Susan haciendo tintinear un llavero. Buscaron el vehículo y se dirigieron a San Francisco, se encontraban completamente agotados. Esa noche se merecían un buen descanso.