IVÁN SERGUÉIEVICH TURGUÉNEV nació en Orel en 1818, hijo de un militar retirado y de una rica terrateniente. Se crió en Spásskoie, en la finca materna, educado por tutores; estudió Filosofía en Moscú, San Petersburgo y Berlín, de donde regresó a Rusia convertido en un liberal occidentalista. A partir de entonces su vida transcurrió entre su país y distintas ciudades de Europa, especialmente París, sin que llegara a establecer en ninguna parte residencia fija. En 1847 inició en la revista El Contemporáneo la serie de Relatos de un cazador, una visión realista de la vida campesina rusa que, según se dijo, influyó en la decisión del zar Alejandro II de emancipar a los siervos de la gleba. Su primera novela, Rudin (Alba Clásica núm. xv), se publicó en 1856, cuando el autor gozaba ya de gran notoriedad. Siguieron, entre otras, Nido de nobles (1859), En vísperas (1860), Padres e hijos (1862), Humo (1867; Alba Clásica núm. lxii) y Tierras vírgenes (1876). Escribió asimismo excelentes relatos y novelas cortas de tema íntimo (Novelas cortas, alba Clásica Maior núm. xliv) y unas memorables Páginas autobiográficas (1869-1883; Alba Clásica núm. xxxviii). Sobre el protagonista de Nido de nobles pesa una maldición que parece pensada para el mismo Turguénev: «No harás tu nido en ningún sitio, y andarás errante toda la vida». Murió en Bougival, cerca de París, en 1883.

«Diario de un hombre superfluo» se publicó en abril de 1850 en la revista Anales de la Patria, y en 1856 en forma de libro. «El hombre de las lentes grises» se publicó primero en francés, antes que en ruso, en diciembre de 1879 en La Nouvelle Revue con el título de «Monsieur Frangois».