CANTO A MITRA

Mitra, dios de la Mañana, la Muralla se desvela,

«Roma está sobre los pueblos; tu destreza, sobre todos».

Ahora se hace el llamamiento, y afuera marcha la guardia.

¡Mitra, tú también soldado, danos fuerza para el día!

Mitra, dios del Mediodía, flotan en fuego los brezos;

quema el casco nuestras frentes, y a los pies nuestras sandalias.

Ahora, en la obra confusa, antes que el sueño nos tome,

¡Mitra, tú también soldado, da verdad a nuestros votos!

¡Oh, Mitra, dios de la Tarde! Hasta lo hondo de los mares

del Oeste, inmortal desciendes; de nuevo, inmortal resurges.

Ahora, acabada la guardia, y ya terminado el vino,

¡Mitra, tú también soldado, danos pureza hasta el alba!

¡Oh, Mitra, dios de la Noche! Donde el gran toro se tiende,

mira en la sombra a tus hijos. ¡Nuestro sacrificio acepta!

A tu esplendor muchas sendas conducen, y a la luz todas.

¡Mitra, tú también soldado! Enséñanos a morir.