CANCIÓN DE PUCK

¿Veis por ahí las sendas pisoteadas

que a través de los trigos aparecen?

Por ellas se arrastran los cañones

que a las naves del rey Felipe hundieron.

¿Y veis nuestro molino, tan pequeño,

que rechina y trabaja en el arroyo?

Muele su grano y paga su gabela

desde que se dictó el Domesday Book[1].

¿Veis nuestros silenciosos robledales

y las tremendas zanjas a su lado?

Allí fueron dispersos los sajones

cuando Harold caía en la batalla.

¿Y veis esas llanuras azotadas

por el viento, extendidas ante Rye?

Allí fue donde huyeron los normandos

cuando llegara Alfredo con sus naves.

¿Veis nuestros pastos solos y anchurosos,

donde los rojos bueyes ramonean?

Hubo allí una famosa ciudad, antes

que Londres se jactara de una casa.

¿Y veis, cuando ha llovido, los indicios

de un montículo, un foso, una muralla?

Un día allí acamparon las legiones

cuando César marchó para las Galias.

¿Y veis aparecer vestigios pálidos

en las colinas, cual si fuesen sombras?

Son las líneas que el hombre primitivo

marcó para defensa de sus pueblos.

Perdidos campos, pueblos y caminos;

marismas fueron lo que son hoy mieses;

antigua guerra, antigua paz y antiguas

artes, cesaron; y nació Inglaterra.

No es una tierra igual a la de todos,

ni aguas, ni bosques, ni siquiera brisas;

es la isla de Merlin, la isla de Gramarye,

donde nosotros dos vamos a ir.