Agradecimientos

En Twitter sólo se pueden enviar actualizaciones de ciento cuarenta caracteres; los libros impresos tienen también su propio límite de caracteres. De modo que aquellos a quienes no dé las gracias a nivel individual, les rogaría que comprendieran que es una cuestión de limitaciones, no de valoración.

Mi agradecimiento muy especial a los centenares de personas que me proporcionaron documentos y e-mails y me brindaron su tiempo para que pudiera entrevistarlos para la elaboración del libro, y muy en especial gracias a Ev, Biz, Jack, Goldman, Noah, Bijan, Fred, Fenton y Dick. A pesar de que algunos de ellos accedieron a regañadientes a hablar conmigo, les estoy eternamente agradecido por su tiempo. Hay algunos cuyo nombre no puedo mencionar —fuentes de información que arriesgaron su puesto de trabajo y sus amistades para ayudarme a averiguar la verdad—, pero que saben quiénes son cuando desde aquí les ofrezco una sentida y respetuosa reverencia en señal de agradecimiento.

Quiero dar las gracias a mi editora, Niki Papadopoulos, que demostró tener dotes telepáticas para saber cuándo me atascaba en una frase o un asunto y que siempre estuvo en contacto conmigo, a veces vía Twitter, para empujarme hacia la dirección adecuada. (Y mi inmenso agradecimiento por escucharme hablar durante horas interminables sobre el libro). A mis agentes, Katinka Matson, John Brockman y Max Brockman, que me ayudaron a encontrar este proyecto y a una editora que creyera en él. Y a Natalie Horbachevsky, Jennifer Mascia, Adrian Zackheim y Drummond Moir, por su implicación, ayuda y dedicación a este libro.

A mis amigos y compañeros: Nora Abousteit, Jill Abramson, Melissa Barnes, Ruzwana Bashir, Lane Becker, Veronica Belmont, Danielle B. Marin, Ryan Block, Tom Bodkin, Danah Boyd, Matt Buchanan, David Carr, Brian Chen, Mathias Crawford, Tony y Mary Conrad, Tom Conrad, Paddy Cosgrave, Dennis Crowley, Damon Darlin, Anil Dash, Mike Driscoll, Aaron Durand, Josh Felser, Tim Ferris, Brady Forrest, David Gallhagher, Michael Galpert, John Geddes, Shelly Gerrish, Ashleyt Khaleesi Granata, Mark Hansen, Quentin Hardy, Leland Hayward, Erica Hintergardt, Mat Honan, Arianna Huffington, Kate Imbach, Larry Ingrassia, Walter Isaccson, Mike Issac, Joel Johnson, Andrei Kallaur, Paul Kedrosky, Kevin Kelly, Jeff Koyen, Brian Lam, Jeremy LaTrasse, Steven Levy, Allen Loeb, Kati London, Om Malik, John Markoff, Hubert McCabe, Christopher Michel, Claire Cain Miller, Trudy Muller, Tim O’Reilly, Carolyn Penner, Nicole Perlroth, Megan Quinn, Narendra Rocherolle, Jennifer Rodriguez, Evelyn Rusli, Naveen Selvadurai, Ryan y Devon Sarver, Elliot Schrage, Mari Sheibley, MG Siegler, Courtney Skott, Robin Sloan, Andrew Ross Sorkin, Suzanne Spector, Brad Stone, David Streitfeld, Gabriel Stricker, Arthur Sulzberger Jr., Kara Swisher, Clive Thompson, Deep Throat, Baratunde Thurston, Mark Trammell, Sara Morishige Williams, Nick Wingfield, Jenna Wortham, Aaron Zamost y Edith Zimmerman.

A mi familia: Terry y Margie, Betty y Len, Eboo, Weter y Roman, Sandra y David, Stephen, Amanda, Ben y Josh, Matt y Sam y, por supuesto, Michael, Luca, Willow y Crazy Lotte, que me dieron techo y comida (y también a Pixel) mientras escribía en la mesa de su comedor.

A los lectores que, en un mundo de inagotables medios de comunicación, han dedicado tiempo a leer este libro.

Y por último, aunque no por ello menos importante, mi agradecimiento a Chrysta Olson, por su sabiduría, su apoyo y su amor. Y gracias también en parte a nuestras discusiones en Cecconi’s y en otros lugares en torno a la trama de La verdadera historia de Twitter, con las que conseguimos fortalecer nuestra relación. Te quiero.