Nota del autor

El novelista Julian Barnes escribió en su día: «La historia es esa certidumbre que se produce en el punto en que las imperfecciones de la memoria se cruzan con las insuficiencias de la documentación».

El libro que tiene en sus manos es el resultado de varios centenares de horas de entrevistas con antiguos y actuales empleados de Twitter y Odeo, funcionarios del gobierno, amigos y parejas de ejecutivos de Twitter y personal de empresas de la competencia, así como de discusiones mantenidas con prácticamente todos los personajes mencionados en el libro. Mientras que Twitter, la empresa, declinó darme acceso oficial para la elaboración del libro, antiguos y actuales miembros de su junta directiva y sus cuatro cofundadores accedieron a sentarse, colectivamente, para someterse a más de sesenta y cinco horas de entrevistas. A pesar de que las entrevistas fueron en su mayoría grabadas, con el fin de garantizar la precisión del diálogo, todas las conversaciones, aun oficialmente pensadas para ser utilizadas para la realización de este libro, se llevaron a cabo como material «de fondo», con el acuerdo de que su contenido no se atribuiría a fuentes específicas a lo largo de la obra. Sólo un par de personas mencionadas rehusaron ser entrevistadas.

En dichas entrevistas se hizo evidente que los recuerdos que los entrevistados tenían de los sucesos del pasado habían ido cambiando con el paso del tiempo. Sólo en contadas ocasiones dos personas coincidieron en que una determinada reunión había tenido lugar, aunque su recuerdo de éste o del momento del hecho fuera drásticamente distinto. Siempre que me ha sido posible he intentado triangular el momento y la localización de los hechos sirviéndome de documentación y, por supuesto, de las redes sociales. Hubo ocasiones en que no me fue posible; en estos casos, he intentado realizar una estimación del momento del suceso. En algunas partes del libro los hechos se relatan unos meses antes de que se produjeran para ayudar al lector a comprender el significado global de un determinado momento.

El libro se basa también en más de un millar de documentos que he obtenido o revisado durante mi periodo de investigación, entre ellos e-mails de empleados, presentaciones de la junta directiva, datos de inversiones, contratos, agendas de empleados, documentos de la sociedad, comunicaciones a nivel gubernamental, correspondencia a través de sistemas de mensajería instantánea, artículos de prensa, publicaciones en blogs, avisos legales de Twitter y e-mails internos altamente confidenciales. En aquellos momentos del libro en los que se describen escenas con todo nivel de detalle, he visitado personalmente el lugar de los hechos. Cualquier ejemplo de monólogo interno o estado emocional de un personaje se basa en entrevistas mantenidas con dicho individuo; no son suposiciones.

Pero incluso con los centenares de horas de entrevistas y los documentos internos, la localización más exacta de los hechos la encontré diseminada en las páginas de redes sociales de internet. Acompañado por un investigador, estudié minuciosamente decenas de miles de tuits, fotografías y vídeos.

Durante el proceso de recopilación de información se hizo evidente que la imperfección de los recuerdos de los individuos con quienes me entrevisté se había vuelto más pronunciada a lo largo de la última década. Pero los miles de fotografías, vídeos y tuits que todos ellos compartieron han permanecido intactos y me han ayudado a establecer con exactitud fechas, vestimenta, conversaciones y estados de ánimo. Sin que los personajes que aparecen en el libro fueran conscientes de ello en su momento, la utilización de las herramientas que ellos mismos crearon, y de Twitter en especial, garantizó que hubiera muy pocos fallos de documentación que pudieran deteriorar los hechos reales que conforman esta historia.