27

Esa noche cenó con Candy y mientras tomaban licores le contó todo. Candy lo escuchó sin interrumpirlo hasta que terminó.

—No me querían allí. Nunca me sucedió que la gente actuara así conmigo antes.

—¿Y te preocupa?

—Sí, me preocupa. Nunca me ocurrió antes.

—Me alegro de que te preocupe —le dijo ella, sonriéndole con afecto—. Un día llegarás a ser un hombre muy bueno.

—Pero, ¿por qué me detestan así? —insistió Sean, siguiendo sus propios pensamientos.

—Sienten celos. Dijiste que ese hombre habló de tus botas de diez libras y de tu bastón con puño de oro. Eso es lo que hay detrás. Eres distinto de ellos, ahora. Eres rico. No puedes pretender que lo acepten.

—Pero yo nunca les hice daño —objetó Sean.

—No es necesario. Hay algo que aprendí en mi vida y es que por todo hay que pagar un precio. Es parte de lo que tienes que pagar por tu éxito.

—Ah, cómo me gustaría que estuviese Duff aquí.

—En tal caso Duff te diría que no tiene importancia, ¿no? —dijo Candy—. ¿A quién le importa nada de ellos, de ese montón de gente sucia? Podemos vivir muy bien sin ellos —lo imitó Candy. Sean se rascó una aleta de la nariz y contempló la mesa—. Por favor, Sean, nunca permitas que Duff te convenza de que la gente no tiene importancia. ¡Él mismo no lo cree, pero suele ser tan convincente! La gente es importante. Es más importante que el oro, o los bienes, o… todo lo demás. Sean la miró.

—En una época lo comprendí —dijo—. Cuando me vi atrapado en Candy Deep. Vi con toda claridad, en medio de esas tinieblas y ese lodo. E hice una resolución —añadió, sonriendo con aire tímido—. Me prometí no volver a herir nunca a nadie, si podía evitarlo. Y lo pensé en serio, Candy, en ese momento, pero… pero…

—Sí, creo comprenderte. Es una resolución muy difícil y mucho más lo es mantenerla. No creo que una sola experiencia baste para hacer cambiar a alguien de manera de pensar. Es como construir una casa, ladrillo por ladrillo. Agregamos algo cada vez, hasta que por fin está terminada. Creo que un día terminarás la tuya, terminarás de levantar tu pared y cuando termines, tu pared no tendrá puntos débiles.