AGRADECIMIENTOS

Este libro habría quedado inevitablemente cojo sin el concurso de muchas personas que me han ayudado a reconstruir la época y el escenario de los hechos. A todos ellos expreso mi más profunda gratitud.

A Juan Luis López Díaz y su sobrino Eduardo, de la Casa de Díaz, en Vilachá, Samos, por su inagotable entusiasmo a la hora de mostrarme los encantos de la sierra del Édramo, incluido un inolvidable viaje en todoterreno por los castros celtas que coronan la sierra.

Al prior de Samos, el padre José Luis Vélez, por abrirme la puerta del monasterio y proveerme de documentación de extraordinario valor. Y a Juan, el maestre de Albaroque, la casa de peregrinos aledaña.

A Manuel López, de La Pinza, en Sarria, cicerone por el valle del Mao, la vieja cantera de mármol del Incio, el sepulcro de San Eufrasio en Santa María del Mao y la iglesia de San Pedro Fiz en el Hospital del Incio, con la colaboración inexcusable de su guía don Manuel O Zoqueiro, que además me enseñó los secretos del mármol.

A Francisco José Borge Cordovilla, el autor de la extraordinaria web mirabiliaovetensia.com, sin duda el intento más rico y serio de reconstrucción del Oviedo monumental de la época alfonsí y ramirense. La mayor parte de las descripciones urbanas de la capital del reino han bebido en el trabajo de Borge Cordovilla.

Al maestro Luis Díez Tejón, que siempre tiene la puerta abierta y el ánimo paciente cuando se trata de resolver dudas sobre la Asturias del prerrománico y el románico.

A la profesora Esperanza Robles, que me ha guiado por la difícil selva de los latines en la liturgia mozárabe para adaptarla al lenguaje actual.

Y a mi esposa, Aurora, paciente y crítica correctora de manuscritos.