DECÁLOGO: DECLARACIÓN DE INTENCIONES

La venda antes de la herida.

Las páginas que os disponéis a leer no forman parte de un alegato a la soledad, sino a la libertad, sea lo que sea eso.

El amor se me hace bola ridiculiza tanto a hombres como a mujeres, porque todo comportamiento humano es susceptible de ser parodiado. Si no piensas así, es mejor que te abstengas de leer este libro (siempre y cuando no te abstengas de comprarlo).

No sugiero que estar soltera sea la situación ideal, así como tampoco creo que lo sea estar en pareja. De hecho, no confío en que la situación ideal exista.

Ésta es mi visión de la vida, no represento a nadie y mucho menos a un género. A ratos ni siquiera me represento a mí misma.

Este libro no pretende fomentar la guerra de sexos. En esta batalla, más mediática que real, yo me declaro neutral.

En el punto anterior me ha salido un pareado sin haberlo preparado.

En el punto anterior me ha salido otro pareado, pero éste sí que estaba preparado.

Los dos puntos anteriores no aportan absolutamente nada a este decálogo.

Os recomiendo que no me toméis muy en serio; al menos no más de lo que lo hago yo.

Éste es el décimo punto para poder llamarlo «decálogo», pero es que sólo me salían nueve.

Y ahora ya sí, podéis empezar a leer… ¡Qué nervios!