Presencio la noche violentada
El aire está cribado
como un encaje
por los escopetazos
de los hombres
retraídos
en las trincheras
como los caracoles en su concha
Me parece
que un jadeante
enjambre de picapedreros
golpea el empedrado
de piedras de lava
de mis calles
y lo escucho
sin ver
en el entresueño
Giuseppe Ungaretti, El puerto sepultado (1916).