Der Traum ein Leben

El diálogo ocurrió en Adrogué. Mi sobrino Miguel, que tendría cinco o seis años, estaba sentado en el suelo, jugando con la gata. Como todas las mañanas, le pregunté:

—¿Qué soñaste anoche?

Me contestó:

—Soñé que me había perdido en un bosque y que al fin encontré una casita de madera. Se abrió la puerta y saliste vos.

Con súbita curiosidad me preguntó: —Decime, ¿qué estabas haciendo en esa casita?

Francisco Acevedo, Memorias de un bibliotecario (1955).