La pesadilla

Sueño con un antiguo rey. De hierro

Es la corona y muerta la mirada.

Ya no hay caras así. La firme espada

Lo acatará, leal como su perro.

No sé si es de Nortumbria o de Noruega.

Sé que es del Norte. La cerrada y roja

Barba le cubre el pecho. No me arroja

Una mirada su mirada ciega.

¿De qué apagado espejo, de qué nave

De los mares que fueron su aventura,

Habrá surgido el hombre gris y grave

Que me impone su antaño y su amargura?

Sé que me sueña y que me juzga, erguido

El día entra en la noche. No se ha ido.

Jorge Luis Borges.