Notas

[1] Pedro Salinas, «José Bergamín en aforismos», en Literatura española Siglo XX, Madrid, Alianza, 1979, pp. 159–164. Lo citado, en p. 162. <<

[2] Pedro Salinas, ob. cit., p. 162. <<

[3] Del interés de Aub hacia los aforismos de Juan Ramón no cabe dudar mucho. El propio escritor, en su segundo viaje a España meses antes de morir, en 1972, reseña en sus diarios, con fecha 1 de junio, lo siguiente: «Cena con H. Pinzón para que me deje incluir los Aforismos de Juan Ramón Jiménez, prologados por José Bergamín, en la colección». Se trata de una colección de autores españoles que Aub iba a dirigir en el caso de regresar definitivamente a España. La alusión al poeta de Moguer y a Bergamín, dos grandes creadores de aforismos literarios, pone de manifiesto el interés que para nuestro autor tuvo esta forma de expresión, a medio camino entre la filosofía y la poesía, en los últimos años de su vida, casi como si la tendencia a la esencialidad le abocase a expresarse en formas mínimas pero de una gran hondura significativa. Max, Aub, Diarios (1939–1972), ed. de Manuel Aznar Soler, Barcelona, Alba, 1998, pp. 533–534. <<

[4] Ver la introducción a la edición crítica de Max Aub, Campo de los almendros, Madrid, Castalia, 2000. <<

[5] Pedro Salinas, ob. cit., p. 160. <<

[6] Max Aub, Crímenes ejemplares, México, Finisterre, 1968. <<

[7] Quimera, núm. 222 (noviembre de 2002), pp. 10–11. <<

[8] Se publicaron en la Revista de la Universidad de México, en octubre de 1961 y en Pequeña y vieja historia marroquí, Madrid, Las Ediciones de los Papeles de Son Armadans, 1971. Esta última edición incluye también epitafios, que habían sido publicados por Aub en Sala de Espera y también en la edición de Finisterre de Crímenes ejemplares. <<

[9] Como señala Ignacio Soldevila en El compromiso de la imaginación (Segorbe, Fundación Max Aub, 1999), Signos de ortografía es un conjunto de micro–relatos en forma de greguerías en los que se «utiliza toda la terminología correspondiente a la ortografía y al arte de la impresión, generalmente explotando sus ambigüedades semánticas, para producir un conjunto de regocijadas —y a veces crueles— instantáneas». (p. 129). <<

[10] Aub pagaba las ediciones de su bolsillo y Fondo de Cultura Económica se limitaba a distribuirlas. <<

[11] Es muy conocida la frase de Aub, que evidencia las tensiones de su interior entre el testimonio y la imaginación, «no tengo derecho a callar lo que vi para escribir lo que imagino». <<

[12] Hubiera sido interesante conocer la reacción de Aub ante las reflexiones del neurocientífico Steven Pinker en su libro The Blank State, donde asegura que el hombre no nace como una tábula rasa; por el contrario, afirma el discípulo de Chomsky, el cerebro viene equipado con sus dispositivos intelectuales innatos. <<

[13] Aunque no los hemos incluido por considerar que el grueso de la obra galdosiana pertenece más a la literatura del siglo XIX que a la del XX, valga como muestra este aforismo que dedica Aub al gran novelista canario: «Perdiérase todo el material histórico de esos años, salvándose la obra de Galdós, no importaría. Está ahí completa, viva, real, la vida de la nación durante los cien años que abarcó la garra del autor. Existen, para siempre, sus centenares y centenares de personajes históricos e imaginados, tan ciertos los unos como los otros». (Discurso de la novela española contemporánea, México, El Colegio de México, 1945, p. 21). <<

[14] Es entrañable la evocación que hace Ayala de Aub en el segundo volumen de sus memorias Recuerdos y olvidos. 2. El exilio (Madrid, Alianza, 1983): «Max Aub en Italia» (pp. 184–186). <<

[15] Autor de una impresionante y personalísima novela sobre la guerra civil: El diario de Hamlet García, reeditada en 2001 por Visor, con prólogo de Antonio Muñoz Molina. <<

[16] Max Aub, Mis páginas mejores, Madrid, Gredos, 1966; reeditado en 2000, con prólogo de Miguel García–Posada, por el Fondo de Cultura Económica. <<

[17] Max Aub, Hablo como hombre. Obras incompletas de Max Aub, México, Joaquín Mortiz, 1967; nueva edición en 2002, con un estudio introductorio de Gonzalo Sobejano, en la Fundación Max Aub. <<

[18] Max Aub, Diarios (1939–1972), ob. cit. <<

[19] La Esfera, revista cultural de El Mundo, núm. 274 (sábado 13 de julio de 1996). <<

[20] Max Aub, «Heine», en Pruebas, Madrid, Ciencia Nueva, 1967, p. 9. Aprovecho el espacio de esta última nota a pie de página para agradecer a Jusep Mengual, con u maxaubiana, su trabajo, inteligente y preciso, en la elaboración de este libro. <<.

[21] Esta bibliografía no pretende ser en modo alguno exhaustiva, así que remitimos al lector interesado a la estupenda «Maxaubiana», de Ignacio Soldevila Durante, cuya última versión hasta la fecha ha sido publicada recientemente en su libro El compromiso de la imaginación. Vida y obra de Max Aub. Por otra parte, en tanto que la publicación de las Obras completas está ya en marcha, el lector que quiera tener acceso a toda la obra del escritor puede seguir su aparición en la Biblioteca Valenciana. Son también de interés las ediciones de la Biblioteca Max Aub que viene publicando la Fundación Max Aub de Segorbe. <<.