Notas

[1] A partir de aquí, sigue el texto llano y sin faltarle nada. <<

[2] Borrado en el original: «sargento». <<

[3] En el original aparece tachado lo siguiente: «Cómo yo sembré unas pepitas de naranja junto a otra casa de ídolos, y fue de esta manera: que como había muchos mosquitos en aquel río, fuésemos diez soldados a dormir en una casa alta de ídolos, y junto a aquella casa las sembré, que había traído de Cuba, porque era fama que veníamos a poblar, y nacieron muy bien, porque los papas de aquellos ídolos las beneficiaban y regaban y limpiaban desque vieron que eran plantas diferentes de las suyas: de allí se hicieron de naranjos toda aquella provincia. Bien sé que dirán que no hacen al propósito de mi relación estos cuentos viejos, y dejallos he». <<

[4] En la edición hecha por Remón se lee: «Apercibió a todos los caballeros Y soldados que allí se habían juntado para ir en su compañía que se embarcasen juntamente con él en los navíos que estaban en el puerto, de la banda del Sur, y los que por tierra quisiesen ir fuesen hasta la Habana con Pedro de Alvarado para que fuese recogiendo más soldados que estaban en unas estancias». Fol. 15 fte. <<

[5] Testado en el original: «Y volvieron por la mar en busca del gobernalle, y lo hallaron y lo pusieron en su lugar, con que luego navegó la nao». <<

[6] Testado en el original: «diez». <<

[7] Testado en el original «veintiocho mil». <<

[8] Testado en el original: «y lo juro». <<

[9] Testado en el original: «y con braseros de barro con ascuas traía mucho incienso». <<

[10] Tachado en el original: «Y otros soldados que le ayudaban». <<

[11] Testado en el original: «y con ella hazer la guerra». <<

[12] Tachado en el original: «y Pedro de Alvarado». <<

[13] Testado en el original: «por mejor retórica que en ello ponga». <<

[14] Hay un espacio en blanco en el original. <<

[15] Hay un espacio en blanco en el original. <<

[16] En el original aparece testado lo siguiente: «ver la gran ciudad de Méjico, e sus grandes fuerzas y fortalezas, y parésceme que fueron Pedro de Alvarado y Bernaldino Vázquez de Tapia, y quedaron en rehenes cuatro de aquellos embajadores que habían traído el presente, y los otros cuatro fueron con ellos, y porque en aquel tiempo yo estaba muy mal herido, harto tenía que curarme y no lo alcancé a saber por entero. Ya [he] escrito a Méjico a tres amigos los que se hallaron en todas las más conquistas Para que me envíen relación, porque no vaya ansí Incierto. Si no se pusiese aquí lo que sobre ello dijeren, remítome a los conquistadores para que lo enmienden; mas sé sin duda ninguna que Bernaldino Vázquez de Tapia, yendo por el camino tuvo grandes calenturas y se quedó en un pueblo que se decía… y aquel Pedro de Alvarado iba a Méjico, y se volvió del camino, y entonces aquellos cuatro principales que llevaba le pusieron por nombre Tonatio, que en lengua mejicana quiere decir sol, y ansí le llamaban de ahí adelante, y pusiéronle aquel nombre porque era de muy buen cuerpo y ligero, y faciones y presencia, ansí en el rostro como en el hablar, en todo era agraciado, que parescía que se estaba riendo, y también sé lo que dicho tengo que no llegaron los sobredichos capitanes a Méjico, porque cuando partieron de nuestro real nos pesó a todos los soldados de su ida, y a nuestro capitán le dijimos que para qué enviaba dos tan extremados varones que fuesen a la ventura, si los mataban. Y luego Cortés les escribió en posta que se volviesen: No lo sé bien: remítome a los que se hallaron presentes. Otros conquistadores me dijeron que como el Bernaldino Vázquez de Tapia estaba malo en un pueblo, que se lo hicieron saber a Montezuma sus mensajeros, y envió a mandar que no pasase de allí él ni Pedro de Alvarado, porque si fueran a Méjico no era cosa para no se saber muy claramente [por] todos los soldados. Volvamos a decir de los mensajeros que envió Cortés a Cholula la respuesta que enviaron, lo cual diré adelante». <<

[17] Testado en el original: «En doce de octubre de mil e quinientos y diez y nueve años». <<

[18] Testado «tres o quatro». <<

[19] Testado: «quatro». <<

[20] Testado: «y otros se quemaron». <<

[21] Testado en el original: «perdóneme su señoría que la diga tan claro». <<

[22] En el original aparece testado lo siguiente: «que no podíamos andar, y los mismos caciques decían a sus vasallos que hiciesen lugar, e que mirasen que éramos teules, que el no hacían lugar nos enojaríamos con ellos. Y por estas palabras que les decían nos desembarazaron el camino e fuimos a dormir a otro pueblo questá poblado en la laguna, que me parece que se dice Mezquique, que después se puso nombre Venezuela, y tenía tantas torres y grandes cues que blanqueaban, y el cacique dél y principales nos hicieron mucha honra, y dieron a Cortés un presente de oro y mantas ricas, que valdría el oro cuatrocientos pesos; y nuestro Cortés les dio muchas gracias por ello. Allí se les declaró las cosas tocantes a nuestra santa fe, como hacíamos en todos los pueblos por donde veníamos, y, según paresció, aquellos de aquel Pueblo estaban muy mal con Montezuma, de muchos agravios que les había hecho, y se quejaron déL Y Cortés les dijo que pronto se remediaría, y que agora llegaríamos a Méjico, al Dios fuese servido, y entendería en todo». <<

[23] Testado en el original: «cerca del avemaría». <<

[24] Hay un espacio en blanco en el original. <<

[25] Hay aquí otro espacio en blanco en el original. <<

[26] Hay un espacio en blanco en el original. <<

[27] Hay otro espacio en blanco en el original. <<

[28] Este capítulo se halla cruzado con varías líneas en el original: pero, al parecer, no por mano del autor. <<

[29] Testado en el original: «e poca verdad». <<

[30] Testado en el original: «yo quiero decir que decía el Pedro de Alvarado que cuando peleaban los indios mejicanos con él, que dijeron muchos dellos que una gran tecleciguata, ques gran señora, que era otra como la que estaba en su gran cu, les echaba tierra en los ojos y les cegaba, y que un guey teule que andaba en un caballo blanco les hacían mucho mal, y que si por ellos no fuera que les mataran a todos, e que aquello diz que se lo dijeron al gran Montezuma sus principales. Y si aquello fue ansí, grandísimos milagros son, e de contino hemos de dar gracias a Dios e a la Virgen Santa María Nuestra Señora, su bendita madre, que en todo nos socorre, e al bien aventurado Señor Santiago». <<

[31] Tachado en el original: «algo dulce, que lo demás que dicen algunas personas que el Pedro Alvarado, por cobdicia de haber mucho oro y joyas de gran valor con que bailaban los indios, les fue a dar guerra. Yo no lo creo, ni nunca tal oí, ni es de creer que tal hiciese, puesto que lo dice el obispo fray Bartolomé de las Casas aquello y otras cosas que nunca pasaron, sino que verdaderamente dio en ellos por metelles temor, e que con aquellos males que les hizo tuviesen harto que curar y llorar en ellos, porque no le viniesen a dar guerra; y como dicen que quien acomete, vence: y fue muy peor, según paresció. Y también supimos de mucha verdad que tal guerra nunca el Montezuma mandó dar, e que cuando combatían al Pedro de Alvarado, que el Montezuma les mandaba a los suyos que no lo hiciesen, e que le respondían los suyos que ya no era de sufrir tenelle preso y estando bailando illes a matar como fueron, y que le habían de sacar de allí y matar a todos los teules que le defendían». <<

[32] Testado en el original: «maravillas». <<

[33] Testado en el original: «y quinientos». <<

[34] Tachado en el original: «porque pensaba de enviar a la isla de Jamaica por caballos y pólvora y ballestas». <<

[35] Testado en el original: «de su historia». <<

[36] Tachado en el original: «seis cuatro». <<

[37] Testado en el original: «de lo que se pudo haber en aquella sazón». <<

[38] Tachado en el original. «Acuérdome que fue el que llevó cargo dello e iba por capitán un Juan Rodríguez Cabrillo, que fue un buen soldado en lo de Méjico, que después fue vecino de Guatimala, persona muy honrada, y fue capitán y almirante de trece navíos por Pedro de Alvarado y sirvió muy bien a Su Majestad en todo lo que se le ofresció, y murió en su real servicio». <<

[39] Hay un espacio en blanco en el original. <<

[40] Hay un espacio en blanco en el original. <<

[41] Tachado en el original: «Ansí del gran concierto de la diversidad de árboles de todo género de fruta de la tierra, y otras de muchas rosas y olorosas; pues los conciertos que en ella había, por donde venía el agua de un río que en ella entraba; pues los ricos aposentos y las labores dellos, y la madera tan olorosa de cedros y otros muebles preciados, y los… bancos y muchas casas que en ella había, todas encaladas y muy aseadas de mil pinturas; pues los paseaderos y el entreteger de unas ramas con otras, y en otra parte las hierbas medicinales, y otras legumbres que entrellos son buenas de comer». <<

[42] Testado en el original: «y aunque tuvieron en el camino una refriega de vara y flecha que les dieron en un mal paso los mejicanos, que ya había puesto el Guatemuz en los caminos guarniciones de guerreros, porque no supiésemos los desmanes pasados de un real al otro». <<

[43] Testado en el original: «y el mismo Guatemuz le iba a echar mano dél». <<

[44] Testado en el original: «veinte y tres o veinte y cuatro años». <<

[45] Testado en el original: «ansí de quitar todo esto cena o los bailes e danzas e lo de las…, e otras cosas que no convienen, y también porquesta planta de Noé hizo a algunos hacer desatinos, y hombres hobo en él que anduvieron sobre las mesas después de haber comido que no acertaban a salir al patio; otros decían que habían de comprar caballos con sillas de oro, y ballesteros también hobo que decían que todas las saetas y gujaderas que tuviesen en su aljaba que las habían de hacer de oro de las partes que les habían de dar, y otros iban por las gradas abajo rodando. Pues ya que habían alzado las mesas salieron a danzar las damas que había con los galanes cargados con sus armas de algodón, que me parece cosa para reír, y fueron las damas que aquí nombrare, que no hobo otras en todo el real ni en la Nueva España: primeramente la vieja María de Estrada, que después casó con Pero Sánchez Farfán, y Francisca de Ordaz, que casó con un hidalgo que se decía Juan Gonzalo de León; la Bermuda, que casó con Olmos de Portillo, el de Méjico; otra señora, mujer del capitán Portillo que murió en los bergantines, y ésta por estar viuda no la sacaron a la fiesta, e una Humana Gómez, mujer que fue de Benito de Vargas, y otra señora hermosa que se decía la Bermuda, no se me acuerda el nombre de pila, que se casó con un Hernán Martín que se vino a vivir a Guaxaca, y otra vieja que se decía Isabel Rodríguez, mujer que en aquella sazón era de un Hulano de Guadalupe, y otra mujer algo anciana que se decía Mari Hernández, mujer que fue de Juan de Cáceres el Rico, y de otras ya no me acuerdo que las hobiesen en la Nueva España. Dejemos del banquete y bailes y danzas, que para otro día que amaneció las mesas…» <<

[46] Testado en el original: «y acordó Cortés que de la plata baja se hiciesen herraduras y clavos». <<

[47] Dejó el autor aquí un espacio en blanco. <<

[48] Tachado en el original: «más de dos xiquipiles, que son diez y seis mil indios, y cada xiquipil son ocho mil guerreros». <<

[49] Testado en el original: «que no tenía cosa suyo, sino que todo lo daba». <<

[50] Tachado en el original: «cincuenta, sesenta, setenta». <<

[51] Testado en el original: «que el que con mal anda en peor acaba». <<

[52] Testado en el original: «como un Gonzalo de Campo, ya otras muchas veces por mí nombrado, que fue el que hizo los libelos infamatorios que otrasveces he dicho, como conosció la condición del Albornoz, dijo en su libelo Fray Sarsapelete:

Fray Rodrigo de Albornoz,

guardaos del, mas no de feroz,

que jamás tuvo secreto.

Un buen predicador

me hobo bien avisado

que era mal frecuentador

y raposo muy doblado». <<

[53] Tachado en el original: «porque era nieto de un capitán que andaba a robar, juntamente con un Centeno, en el tipo del rey don Juan». <<

[54] Testado en el original: «hice tinta e en cuero de atambor». <<

[55] Tachado en el original: «como dicho tengo que aun tenía calenturas Y estaba mal dispuesto». <<

[56] Testado en el original: «y porque Yo no lo sé muy bien lo dejaré de decir». <<

[57] Testado en el original: «y flores y rosas y sahumerios». <<

[58] Testado en el original: «y mostrando mucho amor al Albornoz, puesto que sabía que tenía en él un amigo». <<

[59] Testado en el original: «hechos, que fue que hacía un monasterio con ciertos frailes y a cada uno poniéndoles tantas cosas sin ser verdad». <<

[60] Testado en el original: «más fama hobo que por su parte muy secretamente enviaba a Luis Ponce un buen presente de tejuelos y barras de oro, Y dijeron que no lo quiso rescebir». <<

[61] Tachado en el original: «buen caballero». <<

[62] Testado: «muy cortés y reto juez». <<

[63] Testado en el original: «porque era muy buen cristiano y de virtudes muy cumplido». <<

[64] Testado en el original: «que había ido a comprar yeguas y becerras, según lo tengo ya dicho». <<

[65] Tachado en el original: «y en muchas partes de la cristiandad». <<

[66] Tachado en el original: «y aun hicieron escribir al religioso que venía por provincial de Santo Domingo, que había venido de Castilla con el Luis de Ponce de León, que se decía fray Tomás Ortiz». <<

[67] Testado en el original: «y demás desto enviaron con las cartas unos renglones de libelos infamatorios que hallaron a un Gonzalo de Campo contra Cortés, en que decía en ellos:

¡Oh, Fray Hernando, provincial:

más quejas van de tu persona

delante Su Majestad,

que fueron del duque de Arjona

delante tu general!

e dejo yo describir otros cinco renglones que le pusieron, porque no son de poner de un capitán valeroso como fue Cortés». <<

[68] Testado en el original: «porque si mucho duraran en el cargo, la Nueva España se destruyera». <<

[69] Tachado en el original: «muchos días; en ello». <<

[70] Testado en el original: «por fuerza o de grado». <<

[71] Tachado en el original: «ni sé lo que más pasó». <<

[72] Testado en el original: «se iban riendo dello». <<

[73] Tachado en el original: «que no se me acuerda bien qué año fue». <<

[74] Testado en el original: «de lo cual tomó codicia el Nuño de Guzmán, y para saber si era ansí que había perlas, en el mismo navío que vinieron a dalle aquella nueva lo armó muy bien ansí de soldados y capitán y bastimento y envió a la misma tierra a saber qué cosaera. El capitán y soldados que envió tuvieron voluntad de se volver, porque no hallaron las perlas ni cosa ninguna de lo que los marineros dijeron, y se tornaron a Jalisco por se estar en los pueblos de su encomienda, que nuevas ninguna le habían dado al Nuño de Guzmán, y porque en aquella sazón se descubrieron buenas minas de oro en aquella tierra, agora sea por lo uno o por lo otro, no hicieron cosa que de Provecho fuese». <<

[75] Tachado en el original: «como de que Nuño de Guzmán le tomase el navío». <<

[76] Tachado en el original: «e conquistadores de la Nueva España». <<

[77] Testado en el original: «a Cortés». <<

[78] Testado en el original: «ciento y cincuenta». <<

[79] Tachado en el original: «y por capitán dellos el marqués del Valle, rey dellos». <<

[80] Testado en el original: «fueron diferenciados los muchos manjares». <<

[81] Testado en el original: «y luego mazapanes y almendras y confites y de acitrón y otros géneros de cosas de azúcar». <<

[82] Tachado en el original: «y aun algunos dellos borrachos, que decían lo suyo y lo ajeno, hasta los tomaron por fuerza y los llevaron de allí porque callasen». <<

[83] Testado en el original: «salvo, como había muchos borrachos, dieron en ella, en el suelo y las descompusieron, que no pudo más salirse vino dellas». <<

[84] Tachado en el original: «de indios». <<

[85] Tachado en el original: «Alo Gasca de Herrera, vecino que agora es de Guatimala». <<

[86] Presenta aquí el original un gran espacio en blanco, y luego esta nota: «No se ha de leer esto que va borrado, ni de esotra parte, hasta el capítulo duzientos y cincuenta y tres» (sic). Lo testado en una y otra parte es el siguiente borrador, al cual falta un folio, que acaso fue destruido por el mismo autor:

«Capítulo CCLII De una muy grande armada que hizo el adelantado don Pedro de Alvarado en el año de quinientos y treinta y siete.

Razón es que se traiga a la memoria y no quede por olvido una buena armada quel adelantado don Pedro de Alvarado hizo en el año de mil e quinientos y treinta y siete en la provincia de Guatimala, donde era gobernador, y en un puerto que se dice Acaxutla, en la banda del Sur, y fue para cumplir cierta capitulación que ante Su Majestad hizo la segunda vez que volvió a Castilla y vino casado con una señora que se decía doña Beatriz de la Cueva; y fue el concierto que se capituló con Su Majestad quel adelantado pusiese ciertos navíos y pilotos y marineros y soldados y bastimentos y todo lo que hubiese menester a su costa para enviar a descubrir por la vía del Poniente a la China o Malucos y otros cualesquier islas de la Especería; y para lo que descubrirse, Su Majestad le prometió en las mesmas tierras que le haría ciertas mercedes y daría renta en ellas; y porque yo no he visto lo capitulado, me remito a ello, y por esta causa le dejo de poner en esta relación. Y volviendo a nuestra materia, y es que como siempre el adelantado fue muy servidor de Su Majestad, lo cual se pareció en las conquistas de la Nueva… muy noble y muy leal ciudad de Guatimala dos sepulcros junto al altar de la santa iglesia mayor para traer los huesos del adelantado don Pedro de Alvarado questán enterrados en el Pueblo de Chiribitio y enterrallos en el un sepulcro, y en el otro sepulcro es para que desque Dios Nuestro Señor sea servido llevar desta presente vida a don Francisco de la Cueva y a doña Leonor de Alvarado, su mujer, e hija del mismo adelantado, enterrarse en ellos, porque a su costa trae los huesos de su padre; y mandaron hacer el sepulcro en la santa iglesia, como dicho tengo. Dejemos esta materia y volveré a decir lo que sucedió en la armada del adelantado, y es que después que murió, como dicho tengo, dende a un año, poco más o menos tiempo, el virrey don Antonio de Mendoza mandó que tomasen ciertos navíos, los mejores y más nuevos de los trece que enviaba el adelantado a descubrir la China por la banda del Poniente, e envió por capitán de los navíos a un su deudo que se decía Fulano de Villalobos, y que se fuese la mesma derrota que tenía concertado de enviar a descubrir. Y en lo que paré este viaje yo no lo sé bien, y a esta causa no doy más relación dello; y también he oído decir que nunca los herederos del adelantado cobraron cosa ninguna, así de navíos como de bastimentos, sino que todo se perdió. Dejemos esta materia, pues no me hallé en ello, no lo sé bien; otros caballeros lo dirán más por extenso». <<

[87] Testado en el Original: «como se suele decir para no menester». <<

[88] Tachado en el original: «millares de». <<

[89] Tachado en el original: «de Santo Domingo». <<

[90] Testado en el original: «de plata». <<

[91] Tachado en el original: «vesitas o convidados». <<

[92] Testado en el original: «Pedro de Alvarado». <<

[93] Testado en el original: «sus indias». <<

[94] Tachado en el original: «hubo muchas pláticas e sospechas que se tuvo dende su casamiento a esta causa, pues yo no lo sé ni toco más en esta tecla; ayuúdelo Dios y a mi me perdone mis pecados, amén. Supe que el fraile hermano de la marquesa era muy codicioso e tenía mala cara y peores ojos usturnios». <<

[95] Tachado en el original: «e Honduras y Chiapa». <<

[96] Testado en el original: «y convocallos para ir a cualquier parte aunque fuese muy peligroso». <<

[97] Tachado en el original: «yendo que iba a pleitos y negocios». <<

[98] Testado en el original: «y los negocios que entonces llevó fue acerca de la manera que se había de tener de nuestras conquistas y en el herrar por esclavos los Indios que hubiesen dado primero la obidiencia a Su Majestad y después de dada se volviesen o hubiesen vuelto a levantar, y en las paces haber muerto cristianos por traición, de lo cual desque vino el Alonso de Ávila de la Española, y viendo que traía buenos despachos, le volvió a enviar a Castilla, porque ya teníamos conquistado a Méjico, porque entre tanto que estábamos conquistando la Nueva España y ganando a Méjico el Alonso de Ávila no se halló en ninguna conquista más de la entrada que primero fuimos a Méjico y después que salimos huyendo, porque, como dicho tengo, estaba en la Española, y entonces por más le contentar y apartarlle de sí le dio un buen pueblo que se dice Guatitán y barras de oro porque hiciese bien los negocios y dijese de su persona de Cortés ante Su Majestad mucho bien; y entonces también don Hernando Cortés envió en su compañía del Alonso de Ávila a un Hulano de Quiñones, natural de Zamora, capitán que fue de la guarda de don Hernando Cortés, y les dio poder para que procurasen las cosas de la Nueva España, y con ellos envió la gran riqueza del oro y plata y joyas y otras muchas cosas que hubimos en la toma de Méjico, y la recámara del oro que solía tener Montezuma y Guatemuz, los grandes caciques de Méjico. Y quiso la ventura que al Quiñones acuchillaron en la isla de la Tercera sobre amores de una mujer, y murió de las heridas, e yendo el Alonso de Ávila su viaje cerca de Castilla le topó una armada de franceses, en que venía por capitán della un Juan Florín, y le robó el oro y plata y navío y le llevó preso a Francia, y estuvo preso cierto tiempo, y a cabo de dos años le soltó el francés que le tenía y se vino a Castilla; y en aquella sazón estaba en la corte don Francisco de Montejo, adelantado de Yucatán, y se vino con él con cargo de contador de Yucatán; y entonces, o poco tiempo antes, había venido a Méjico un Gil González de Benavides, hermano de Alonso de Ávila. el cual solía estar en la isla de Cuba, y como el Alonso de Ávila estaba en Yucatán y el Gil González en Méjico, envió poder a su hermano Gil González de Benavides para que tuviese en sí y se sirviese del pueblo de Guatitán: y como el Gil González fue con nosotros en aquel tiempo a las Higueras, porque nunca fue conquistador de la Nueva España, y se pasaron ciertos años que se servía y llevaba los tributos del dicho pueblo y, según paresció, sin tener título dél sino más del poder quel hermano le envió, y en aquel tiempo murió el Alonso de Ávila y, según paresció, el fiscal de Su Majestad puso demanda para que se diese aquel pueblo a Su Majestad, pues el Alonso de Ávila era fallecido, y sobre este pleito hobo los alborotos y rebeliones y muertes que en Méjico se hicieron, y desterrados que hubo y otros con mala fama, y si todo esto bien se nota, hobo mal fin, y en peor acabó. El Quiñones que iba a Castilla murió acuchillado en la Tercera; el oro y plata, robado por la armada de Juan Florín, francés; el Alonso de Ávila, preso en Francia; el mismo Juan Florín que le robó fue preso en la mar por vizcaínos y ahorcado en el puerto del Pico; el pueblo de Guatitán se quitó a los hijos del Gil González de Benavides, y sobre ello fueron degollados, porque según se halló, no tuvieron la lealtad que eran obligados al servicio de Su Majestad, y con ellos justiciaron y desterraron otras personas, y otros quedaron con mala fama. He querido poner esto en esta relación, aunque creo que no había necesidad, para que se vea sobre qué fue el desasosiego de Méjico. Harto estarán de haber oído estos sucesos. Pasemos adelante y volvamos a decir de nuestra materia». <<

[99] Tachado en el original: «sangrienta». <<

[100] Testado en el original: «y pasó un buen soldado que se dice Francisco de Olmos; es persona rica y vive en Méjico». <<

[101] Tachado en el original: «de los primeros». <<

[102] Testado en el original: «e perdóneme». <<

[103] Aquí hay un espacio en blanco. Remón lo llena en su edición con el nombre de Sancho de Ávila. Fol. 242 vto. <<

[104] Tachado en el original: «muy reverendo». <<

[105] El autor mencionó ya a este mismo Cárdenas. <<

[106] Testado en el original: «seis». <<

[107] Tachado en el original: «y grave cuando era menester». <<

[108] Tachado en el original: «y muy esforzado». <<

[109] Testado en el original: «ocho o treinta». <<

[110] Tachado en el original: «no sabía leer». <<

[111] Testado en el original: «muchos valerosos». <<

[112] Tachado en el original: «sin contar en ellos hombres de la mar». <<

[113] Tachado en el original: «y minción». <<

[114] Tachado en el original: «y cuán lleno de heridas he estado». <<

[115] Testado en el original: «y quinientas». <<

[116] Tachado en el original: «y cristiandad de los naturales». <<

[117] Tachado en el original: «y aun en lugares tienen perlas». <<

[118] En el original aparece testado: «que se dicen», Y queda luego un espacio en blanco. <<

[119] Tachado en el original: «dos, tres, cuatro». <<

[120] Testado en el original: «reputado por razonable soldado». <<

[121] Tachado en el original: «o veinte». <<

[122] Hay en el original un espacio en blanco. El nombre del primer obispo de Charcas fue don fray Tomás de San Martín, de la Orden de Santo Domingo. <<

[123] Nuevamente deja aquí el autor un espacio en blanco; quiere referirse, según indicamos en la nota anterior, al dominico don fray Tomás de San Martín. <<

[124] Hay en el autógrafo un espacio sin llenar. Véase nota anterior. <<

[125] Está agregado al original el siguiente borrador de este capítulo:

Capítulo CCXII. De otras pláticas y relaciones que aquí van declaradas, que serán notables y agradables de oír.

Como acabé de sacar en limpio esta mi relación, me rogaron dos licenciados que se la emprestase para saber muy extenso las cosas que pasaron en las conquistas de Méjico y Nueva España y ver en qué diferían lo que tienen escrito los coronistas Francisco López de Gómara y el doctor Illescas acerca de las heroicas hazañas que hizo el marqués del Valle. En esta relación escribo que yo se te presté porque de sabios siempre se pega algo de su ciencia a los idiotas y sin letras como yo soy, y les dije que no tocasen en enmendar cosa ninguna de las conquistas ni poner ni quitar, porque todo lo que yo escribo es muy verdadero; y desque lo hubieron visto y leído los dos licenciados a quien se la empresté, y el uno dellos muy retórico y tal presunción tiene de sí mismo, y después de la sublimar y alabar la gran memoria que tuve para no se me olvidar cosa ninguna de todo lo que pasamos desque venirnos a descubrir, primero que viniese Cortés dos veces, y la postrera vine con el mismo Cortés, que fue la primera vez en el año de diez y siete con Francisco Hernández de Córdoba, y en el de diez y ocho con un Juan de Grijalva, ya por mí muchas veces nombrado, y en el diez y nueve vine con el mismo buen capitán Hernando Cortés, que después el tiempo andando fue marqués del Valle. Y volviendo a mi plática, me dijeron los licenciados que, en cuanto a la retórica, que va según nuestro común habla de Castilla la Vieja, e que en estos tiempos se tiene por más agradable, porque no van razones ahermoseadas ni de afeiterías que suelen componer los coronistas que han escrito en cosas de guerras y batallas, sino todo escrito a las buenas llanas, y debajo de decir verdad, se encierran las hermoseadas razones; y más me dijeron que les paresce que me alabo mucho de mí mismo en lo de las batallas y reencuentros de guerras en que me hallé y de los grandes servicios que he hecho a Su Majestad, y que otras personas lo habían de decir y escribir primero que no yo, y también que para dar más crédito a lo que he dicho que diese testigos y razones de algunos coronistas que lo hayan escrito, como suelen poner Y alegar los que escriben y aprueban con otros libros de cosas pasadas, y no decir, como digo, tan secamente esto hice y tal me acaesció, porque yo no soy testigo de mí mismo. A esto respondí y digo agora que en el primer capítulo de mi relación, que en una carta que escribió el marqués del Valle en el año de mil y quinientos y cuarenta desde la gran ciudad de Méjico a Castilla a Su Majestad, haciéndole relación de mi persona y servicios, y le hizo saber cómo vine a descubrir la Nueva España dos veces primero que no él, y tercera vez volví en su compañía y como testigo de vista me vio muchas veces batallar en las guerras mejicanas, y en toma de otras ciudades como esforzado soldado hacer en ellas cosas muy notables y salir muchas veces de las batallas malherido, y cómo fui en su compañía a Honduras y Higueras, que así se nombran en esta tierra, y otras particularidades que en la carta se contenían, que por excusar prolijidad aquí no declaro: y asimismo escribió a Su Majestad el Ilustrísimo visorrey don Antonio de Mendoza haciéndole relación de lo que había sido informado de los capitanes en compañía de los que en aquel tiempo yo militaba, y conformaba todo con lo que el marqués del Valle escribió; y ansimismo por probanzas muy bastantes que por mi parte fueron presentadas en el Real Consejo de Indias en el año de quinientos cuarenta; así, señores licenciados, vean si son buenos testigos el marqués del Valle y el virrey don Antonio de Mendoza, y mis probanzas; y si esto no baste, quiero dar otro testigo, que no lo había mejor en el mundo, que fue el cristianísimo emperador nuestro señor, de gloriosa memoria, don Carlos Y, que por su real carta cerrada y sellada en su real sello manda a los virreyes y presidentes que, teniendo respeto a los muchos y buenos y leales servicios que le constó haberle yo hecho, sea antepuesto y conozca mejoría yo y mis hijos, a la cual dicha real carta me remito, todas las cuales cartas tengo guardadas los originales dellas, y los traslados se quedaron en la corte en el archivo del secretario Ochoa Luyando, y esto doy Por descargo y testigos de lo que los licenciados me propusieron. Y volviendo a la plática, ¿por ventura quísolo escribir el coronista Francisco de Gómara ni el doctor Illescas en lo que escriben de los heroicos hechos de…? En blanco nos quedábamos si agora yo no hiciera esta verdadera relación. Ya que dijeron que me alabo mucho de mi persona y que otros lo habían de decir, a esto respondo: en cosas hay que unos vecinos suelen loar las virtudes y bondades de otros y no ellos mesmos, Mas el que no se halló en la guerra ni lo vio ni entendió, ¿cómo lo puede decir? ¿Habíanlo de loar las nubes o los pájaros que en el tiempo que andábamos en las batallas iban volando, sino solamente los capitanes y soldados que en ellos se hallaron? Si en esta mi relación yo hobiera quitado su prez y honra algunos de los valerosos capitanes y fuertes soldados, mis compañeros, que en las conquistas nos hallamos, y me la pusiera a mí, bueno fuera y quitarme parte; mas aun no me alabo tanto cuanto debo. Si no, dígalo el marqués Cortés, un blasón que puso en la culebrina del ave Fénix, que fue un tiro que se forjó en Méjico de oro y plata y cobre que enviamos a Su Majestad, y decían las letras del blasón: «Esta ave nasció sin par: yo, en serviros, sin segundo, y vos, sin igual en el mundo». Bien puedo yo decir que me cabe parte desta loa y blasón, pues le ayudé a Cortés hacer aquellos leales servicios; y demás desto, cuando fue Cortés la primera vez a Castilla a besar los reales pies de Su Majestad, le hizo relación que tuvo tan valerosos y esforzados capitanes y compañeros que, a lo que creía, ningunos más animosos había oído en corónicas pasadas que fuesen los con que ganó la Nueva España e la gran ciudad de Méjico; también me cabe parte desta alabanza. Y cuando fue a servir a Su Majestad en lo de Argel, sobre cosas que acaescieron sobre alzar el real por la gran tormenta que hobo, dicen que dijo muchas loas de los valerosos sus compañeros; también me cabe parte dellas y por esta causa las escribo. Y quiera poner aquí una comparación, y aunque es la una muy alta y otra de un soldado como yo. Digo que me hallé en esta Nueva España en más batallas peleando que se halló el gran emperador Julio César, que dicen dél sus corónicas que era muy presto en las armas y con mucho esfuerzo en dar una batalla, e cuando tenía espacio escrebía sus heroicas hazañas: puesto que tuvo muchos e grandes coronistas, no lo fió dellos, que él mismo quiso escribir por su mano: no es mucho que yo agora en esta relación diga las batallas de mí mismo, pues me hallé en todas las batallas que se halló el marqués Cortés Y en otras muchas que me envió con otros capitanes a conquistar otras Provincias e ciudades, lo cual hallarán escrito en esta mi crónica y relación a dónde e cuándo e en qué provincias estuve Peleando, y en qué tiempos, Y también digo que de todas las loas e loores que dicen Francisco de Gómara y el doctor Illescas en sus libros, si quieren más testigos, miren la Nueva España, que es mayor que cuatro veces nuestra Castilla e tengan atención y miren las muchas ciudades e villas que están pobladas e habi… <<

[126] Testado en el original: «ni poner ni quitar». <<

[127] Tachado en el original: «así como lo escriben siendo muy retóricos». <<

[128] Testado en el original: «secretos». <<

[129] Tachado en el original: «que yo me hallé». <<

[130] Se lee la misma razón, puesta con letra moderna, un poco más abajo. <<

[131] Testado en el original: «se alzaron en Méjico y». <<

[132] Tachado en el original: «que prendieron cuando hirió en ellos». <<

[133] Tachado en el original: «y dado guerra». <<

[134] Tachado en el original: «y unos mercaderes más y otros menos». <<

[135] Testado en el original: «y hobiese retitud». <<

[136] Tachado en el original: «a las Higueras». <<

[137] Testado en el original: «y república». <<

[138] Testado en el original: «y así como llegó a Castilla le dieron el obispado de… Túy y fue presidente en la Real Audiencia de Granada; y en aquel tiempo vacó el obispado de León y le mejoraron, y luego vacó el obispado de Cuenca, por manera que se encontraban los correos que le traían las bulas de los obispados unos con otros; y luego le pasaron a la Audiencia Real de Valladolid, y en aquel tiempo y sazón fue nuestro señor Jesucristo servido llevarle a su santa gloria». <<

[139] Inmediatamente después de este último renglón hay una nota que dice: «no se escriba esto de abajo, que es el principio del capítulo siguiente». <<

[140] Tachado en el original: «natural». <<

[141] Testado en el original: «al servicio de Dios y de Su Majestad». <<

[142] Tachado en el original: «tenido en mucho en toda la Nueva España». <<

[143] Tachado en el original: «ansí como llegó a Castilla el presidente don Sebastián Ramírez». <<

[144] Hay un espacio en blanco en el original. <<

[145] Tachado en el original: «tuvo fama de ser muy recto en todo lo que hizo». <<

[146] Queda en el original un espacio en blanco. El licenciado Valderrarna se llamaba Jerónimo, según León Pinelo. <<

[147] Tachado en el original: «que gobernó muy bien». <<

[148] Tachado en el original: «como después que Su Majestad le envió a llamar que fuese en Castilla para se informar». <<

[149] Testado en el original: «perdónele Dios, amén. Volvamos a nuestro cuento que». <<

[150] Tachado en el original: «como a ella vienen». <<