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Acta de la reunión de la Subcomisión de Bienestar Social del Consejo Supremo Corporativo, año 4689ee (extracto).

Presidente > Convendrán ustedes conmigo en que la situación es alarmante. Son demasiadas catástrofes en menos de una década: la caída del arcólogo en Monsanto, la plaga de zampoñejos en Edenia, el colapso de las islas orbitales de Coronopus, el enésimo fracaso en la reconstrucción ecológica de Chandrasekhar… ¿Para qué seguir? Sólo un necio lo atribuiría a la fatalidad. Todos los casos siguen idéntico patrón, como se deduce de la documentación facilitada.

Consejero n° 1 > En efecto. Los desastres se deben, sin excepción, a errores humanos. Es más: a faltas de apreciación o a decisiones imprudentes de altos ejecutivos de las gemepés.

Cons. n° 2 > Gemepés… No use abreviaturas pedantes. ¿Tanto trabajo cuesta decir Grandes MultiPlanetarias?

Presid. > Por favor, no discutamos por fruslerías. El tema es demasiado serio. Las multiplanetarias constituyen la espina dorsal de la Corporación. La gente cree en ellas; las considera una garantía de estabilidad. Si comienzan a fallar de golpe… Se hacen cargo de lo que significaría, ¿verdad?

Cons. n° 3 > La situación es más grave de lo que parece. Las Fuerzas Armadas han facilitado un informe sobre la pérdida de dos destructores en unas maniobras. No hubo víctimas, pero los oficiales están que trinan contra la Sempai Biocorp, la gemepé responsable de fabricar el armamento de muchas naves de guerra.

Cons. n° 4 > Hay un denominador común en todos estos desafortunados incidentes. Según los médicos, los ejecutivos tomaron decisiones equivocadas debido al estrés. Así de simple, damas, caballeros y andróginos.

Cons. n° 2 > ¿Estrés? Bromea usted, ¿no?

Cons. n° 4 > Qué más quisiera… Ya sé que parece ridículo, pero los informes resultan concluyentes. El exceso de trabajo y la tensión acumulada obnubilaron el buen juicio de los ejecutivos, provocando las meteduras de pata. Y no hablamos de una sola gemepé: La Plecostomus, la Sempai… Ninguna se libra.

Cons. n° 2 > Pero ¿acaso esos tipos no toman vacaciones?

Presid. > Me temo que yo puedo responder a su pregunta. Las multiplanetarias, mediante sutiles técnicas de control mental, censuradas en público pero toleradas en la práctica, han logrado que sus ejecutivos estén tan motivados, sean tan fieles, tengan tanto espíritu de cuerpo, que viven por y para ellas. Es casi como pertenecer a una secta religiosa. La mera idea de permanecer ociosos se les antoja un pecado mortal. De acuerdo, son muy eficaces, pero a la larga han acabado creando monstruos. A ver cómo lo arreglamos ahora…

Cons. n° 1 > La solución es obvia: obliguémoslos por ley a disfrutar de sus vacaciones.

Cons. n° 2 > Manda huevos…

Cons. n° 1 > Si lo analizan con detenimiento, verán que no se trata de ningún disparate. Si esos tipos se desfogan durante un mes, volverán a sus puestos de trabajo con las pilas cargadas, pletóricos de fuerza y creatividad. Además, las propias empresas correrían con los gastos vacacionales, por la cuenta que les trae. Todos ganamos.

Presid. > En el fondo, tiene gracia… Eso mismo nos lo vienen pidiendo los sindicatos un año sí y otro también: más vacaciones pagadas.

Cons. n° 2 > ¡Pues entonces, complazcamos a los sindicatos! ¡Qué los obreros trabajen más para que los directivos puedan ir de vacaciones y evitar catástrofes en el futuro!

Presid. > Eh… Me temo que los sindicatos no demandan eso precisamente.

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Decreto ley del C. S. C. de 4/4/4689ee (extracto):

1. Todos los ejecutivos de las compañías multiplanetarias estarán obligados a dedicar como mínimo un mes completo al año a su asueto vacacional.

2. Durante dicho periodo, los ejecutivos permanecerán desvinculados de su trabajo cotidiano, y deberán inexcusablemente realizar actividades culturales, deportivas o de otra índole, pero jamás, bajo ningún concepto, relacionadas con su empresa.

3. Al finalizar el periodo vacacional, el ejecutivo deberá presentar la documentación que acredite que no ha efectuado trabajo útil alguno. En caso necesario, los servicios de inspección podrán requerir a testigos para que verifiquen que el ejecutivo no ha infringido algún apartado de este decreto ley.

4. Todo aquél que cometiere alguna infracción será severamente castigado, de acuerdo con la tabla de penas recogida en el anejo A-1. En caso de reincidencia, el infractor podrá ser suspendido de empleo y sueldo a perpetuidad, y reconvertido en miembro de las tropas de asalto de la Armada tras la preceptiva lobotomía (…).