¿A QUÉ ESPERAS, COLONO? ¡VEN A EDENIA, EL NUEVO PARAÍSO!
Plecostomus Biocorp, la empresa con vocación de líder, te brinda una oportunidad única para que diseñes tu propio futuro. Imagínate… Un mundo virgen, que sólo ha requerido sutiles pinceladas de ingeniería planetaria para convertirlo en el edén soñado, pletórico de oportunidades para los emprendedores como tú (…). Miles de hectáreas de terreno cultivable a disposición de quien quiera convertirlas en una saneada fuente de ingresos (…). ¡Atrévete a fundar tu propia familia, sin las asfixiantes restricciones de las sociedades superpobladas!
Plecostomus Biocorp: todo lo hacemos pensando en ti.
Anuncio aparecido en el diario El Eco de Hlanith, año 4608ee.
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PLECOSTOMUS BIOCORP DECIDE MEJORAR EDENIA
En entrevista concedida a este corresponsal, un alto directivo de la poderosa multiplanetaria ha desvelado sus planes para el futuro de Edenia. Los rumores se confirman (…). Plecostomus Biocorp, en contra de los informes redactados por científicos solventes, desea modificar el clima del planeta para incrementar las áreas habitables (…). Los colonos han manifestado «vemos razón para trastocar las cosas», ha dicho el portavoz del principal kibbutz de la Meseta Ecuatorial (…). Los ecologistas temen que el cambio climático suponga la extinción de algunas especies nativas, como el esquivo zampoñejo, cuyos melodiosos arrullos en la época de celo gozan de merecida fama. Se calcula que apenas quedan cien ejemplares en el planeta (…).
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Por su parte, el alto directivo de Plecostomus Biocorp (que desea permanecer en el anonimato), aduce que «no se deben poner trabas al progreso. Un aumento su rechazo a los cambios propuestos. Según ellos, se encuentran muy a gusto en las condiciones actuales. «De acuerdo, hace frío, pero para eso se inventaron los trajes aislantes y la calefacción central. Nuestros cultivos están genéticamente modificados para soportar las bajas temperaturas, así que no de tan sólo dos grados en la temperatura media de Edenia permitirá que millones de kilómetros cuadrados de terreno fértil que ahora yacen sepultados bajo el hielo queden disponibles para fines agrícolas y la construcción de espacios residenciales». Respecto a las denuncias de los ecologistas, el alto directivo las tacha de «sandeces alarmistas, propias de cavernícolas enemigos de la iniciativa empresarial o de ignorantes bienintencionados, en el mejor de los casos».
Diario El Eco de Hlanith, año 4670ee.
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PERFECCIONAMOS UN MUNDO SÓLO PARA TI
Plecostomus Biocorp, tu compañía amiga, es capaz de remozar la faz de un planeta para que dispongas de más oportunidades para labrarte un porvenir (…). Si Edenia era ya la más rutilante joya del Ekumen, ¡estamos dispuestos a elevarla a la excelsitud!
Sembraremos los mares de algas transgénicas microscópicas, que al cabo de poco tiempo suministrarán a la atmósfera algunos gases de los que ahora por desgracia carece, como metano (…). Así crearemos un efecto controlado de invernadero que caldeará los fríos e inhóspitos páramos del norte, liberándolos del yugo del hielo (…). Nuestras medidas de bioseguridad, elogiadas por los expertos de mil universidades, mantendrán el proceso controlado en cada momento (…).
Plecostomus Biocorp: todo lo hacemos pensando en ti.
Anuncio aparecido en el diario El Eco de Hlanith, año 4671ee.
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CATÁSTROFE ECOLÓGICA EN EDENIA
Las más pesimistas predicciones del doctor Akira van Eik se han cumplido (…). Con la falta de corrección política que le caracteriza, el popular científico ha afirmado que «esos necios, empeñados en sacar rendimiento económico hasta de las piedras, desdeñaron los informes que no les contaban lo que ansiaban escuchar. Sólo tuvieron en cuenta el balance de gases en la atmósfera, sin considerar que el calentamiento global alteraría el comportamiento de animales y plantas. Y así les ha ido».
El efecto de invernadero, aunque controlado, supuso la desaparición en pocos años de numerosos ecosistemas nativos y la consiguiente e irreparable pérdida de biodiversidad. Sin embargo, algunas especies se vieron favorecidas por el cambio. El caso más notable es el del zampoñejo, un animal que se consideraba casi extinguido pero que, de repente, empezó a multiplicarse de forma exponencial (…). Las parejas de zampoñejos se aparean con loco frenesí e invaden los campos de cultivo de los sufridos colonos, causándoles severas pérdidas económicas (…). Los directivos de Plecostomus Biocorp afirman que están tomando medidas para reconducir la situación (…). Las compensaciones económicas a los colonos alcanzan cifras astronómicas.
Diario El Eco de Hlanith, año 4680ee.
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LA EXCELENCIA, NUESTRA RAZÓN DE SER
Plecostomus Biocorp, tu compañía amiga, dispone de medios únicos para enderezar los renglones torcidos de la Naturaleza. Pese a los infundios propalados por científicos resentidos, nuestros técnicos son capaces de solventar cualquier problema ecológico, por nimio que éste sea (…).
Actualmente, uno de nuestros proyectos estelares es el control de la plaga de zampoñejos que perturba la idílica serenidad de Edenia. Para ello, se sembrarán nuevos cultivos transgénicos capaces de sintetizar hormonas que inhibirán completamente la sexualidad de tan molestos animalillos. Esta suerte de «castración química» es inofensiva para los humanos, y logrará que en pocos meses la plaga sea recordada como una divertida anécdota para contar en las largas noches de invierno (…).
Plecostomus Biocorp: todo lo hacemos pensando en ti.
Anuncio aparecido en el diario El Eco de Hlanith, año 4681ee.
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EL PLANETA EDENIA SE TORNA INHABITABLE
«Odio tener siempre razón», ha dicho el doctor Akira van Eik en entrevista exclusiva a este periódico. «Esos cabezas de chorlito de Plecostomus Biocorp no consideraron los peculiares mecanismos genéticos de la fauna de Edenia, y mire que se lo avisamos (…). Tras millones de años de evolución en un entorno hostil, los zampoñejos, en caso de crisis o estrés, pueden romper los cromosomas de las plantas y apropiarse de los genes útiles. El intento de esterilizarlos actuó como desencadenante (…). Lo único que han logrado es que los zampoñejos sean ahora capaces de fabricar clorofila y acumularla en las orejas (…). Ya nada podrá pararlos. Seguirán reproduciéndose y cuando devoren todos los cultivos del planeta, sólo tendrán que sentarse al sol a hacer la fotosíntesis».
Efectivamente, este corresponsal puede corroborar las palabras de van Eik. Ahora mismo me encuentro en lo que fue el más próspero kibbutz de Edenia, y la visión resulta desoladora. Los colonos tuvieron que marcharse en busca de un planeta donde rehacer sus vidas; preferentemente, según rogaron al Servicio de Inmigración, no terraformado por Plecostomus Biocorp (…). En los campos no queda ni una brizna de hierba. Camino entre las ruinas de los edificios, abriéndome paso a través de un auténtico mar viviente de zampoñejos, apretujados como sardinas en lata. A pesar de ello entonan sus desquiciantes arrullos, saltando y copulando sin cesar. Sus orejas enhiestas, ahora de un hermoso color verde esmeralda, apuntan hacia el sol (…).
Diario El Eco de Hlanith, año 4684ee.