El objetivo de arbitrar cualquier deporte, y especialmente el waterpolo, debe ser el controlar el partido dentro de los límites del reglamento. La situación óptima sería aquella en la que, una vez finalizado el encuentro, nadie se acordara ya de quiénes fueron los árbitros. Esto significa que mantuvieron el partido dentro de lo previsto en el reglamento sin influir en el resultado. En otras palabras, permitieron un juego en el que ganó «el mejor». El propósito de este manual es ayudar a cada árbitro a comprender mejor el juego, aplicando mejor el reglamento, y sin que sus decisiones tengan influencia en el resultado.
Para conseguirlo, cada árbitro debe esforzarse en ser lo más coherente posible en sus decisiones. Esta coherencia debe abarcar todos los partidos que se arbitran a lo largo de la temporada. Además, es muy importante que todos los árbitros sean igualmente coherentes entre ellos. Lo ideal es que cada árbitro tenga la misma filosofía del juego. Este manual trata de dar las bases para conseguir esta misma filosofía y comprensión del juego. Es importante que los árbitros lean atentamente este manual, tantas veces como sea necesario, para llegar a dirigir los partidos en base a las instrucciones e interpretaciones que aquí se expresan. Si se hace así, sin lugar a dudas, se mejorará la comprensión y coherencia al arbitrar. Y se beneficiará tanto a los participantes como entrenadores, jugadores, directivos, espectadores, etc., y por supuesto, a los propios árbitros.
Por lo tanto, será muy conveniente conseguir que todos los árbitros dirigieran sus partidos basándose en las instrucciones contenidas en este manual.
También sería interesante que los entrenadores y directivos leyeran este manual de forma que todos aquellos que participan en un partido de waterpolo, pudieran conocer los criterios de arbitraje y de aplicación del reglamento. Es obvio que es imposible que todo el mundo esté de acuerdo con todas y cada una de las decisiones que se van tomando a lo largo de un partido. Esto se debe a las propias experiencias individuales que cada uno ha ido teniendo en el waterpolo y que, naturalmente, son distintas para cada persona. Sin embargo, hay que hacer un esfuerzo para ir convergiendo hacia una uniformidad de criterios de forma que, poco a poco, todos vayamos tendiendo hacia una misma filosofía y forma de entender el waterpolo.
Este manual de árbitros de waterpolo, es la suma del esfuerzo de muchas personas, con innumerables contribuciones de muchos expertos en waterpolo de todo el mundo.
Este manual es un documento vivo, sujeto a cambios para mantener su efectividad; va mejorando con las sugerencias de todos y se van incorporando las aportaciones de todo aquel que desee hacerlas.
Ya se sabe que es imposible que todos estemos de acuerdo con todas las instrucciones expresadas en este manual, o en cualquier otro medio. Esto es debido, como se decía antes, a las experiencias que cada uno de nosotros tenemos en nuestro deporte. Aún así, este manual, es un documento consensuado por muchas personas diferentes de distintos colectivos.
Ha sido revisado por muchos árbitros nacionales e internacionales, incluyendo también antiguos y actuales entrenadores de equipos olímpicos. También ha sido repasado por la Asociación Internacional de Árbitros (AIA), por el Comité Técnico de Waterpolo de FINA (TWPC) así como por la Asociación Mundial de Entrenadores, por LEN y por ASUA, etc.
Este manual es un documento «vivo». Será necesario pues adaptarlo en la medida que el waterpolo y su reglamento vaya cambiando. Cada lector puede colaborar en la efectividad y credibilidad del manual haciendo llegar los comentarios o sugerencias que consideren oportunas. Se espera tu lectura y revisión del manual así como tus sugerencias y aportaciones que puedan ayudar a mejorarlo. Estas se podrán incorporar en futuras correcciones.
Esperamos que el trabajo invertido en la elaboración de este manual contribuya a mejorar la compresión de nuestro deporte y que puedas disfrutar más arbitrando partidos de waterpolo.
A menudo escuchamos comentarios acerca de situaciones agresivas o incluso violentas en el waterpolo. Tratándose de un juego de contacto, cabe esperar muchas situaciones de fricción entre jugadores.
Sin embargo, hay que intentar evitar estas situaciones. No deben permitirse los estilos de juego violentos que desacreditan nuestro deporte. Este manual trata de ser una guía para distinguir el contacto deportivo y permitido del impropio y no permitido. Los árbitros tienen la obligación de aplicar el reglamento en el sentido del juego deportivo. Debe aplicar la ley de la ventaja pero debe también castigar la conducta agresiva o violenta.
La seguridad de los jugadores ha de ser un objetivo principal para el árbitro.