Un árbitro que considere «Ayuda a tu compañero y te ayudas a ti mismo», está en lo correcto.
Ambos árbitros se deben ayudar en las señalizaciones de saques de esquina y de portería. El árbitro en defensa normalmente no silbará en la señalización de un gol o un saque de esquina, pero puede indicarlo especialmente en el caso de que el otro árbitro pueda tener dudas.
No hay una estricta división del campo de juego. Normalmente se aplicará el principio establecido, pero siempre que el compañero no pueda controlar adecuadamente una situación, debido a que los jugadores le obstruyen la visión, el otro árbitro también debe señalar expulsiones y penaltis. No se tendrá en cuenta que esas faltas se hayan producido en el área del otro árbitro.
Este principio se debe aplicar especialmente en las faltas graves. Sin embargo, el árbitro no señalará ninguna sanción en el área de su compañero si está claro que este está controlando la situación y permite la ventaja del equipo atacante.
La palabra clave en todas estas situaciones es comunicación, y comunicación, en estos casos, no significa únicamente hablar con el compañero.
Ambos árbitros son responsables del comportamiento de los jugadores y oficiales en el banquillo. Ambos se asistirán mutuamente en la observación de los banquillos e intervendrán indistintamente cuando sea necesario.
Los árbitros prestarán especial atención a los equipos cuando estos estén cambiando de banquillos.
Los árbitros tienen de hacer evidente para todo el mundo en la piscina, que están arbitrando como un equipo, lo cual significa haber rellenado los impresos conjuntamente antes del partido, haberse hablado mutuamente acerca de cómo aplicar las normas del doble arbitraje, asumir conjuntamente las responsabilidades de las decisiones y ayudarse mutuamente tanto como sea posible. Los árbitros se deben encontrar, al menos, 30 minutos antes del inicio del encuentro.
Ambos árbitros son responsables de los errores técnicos. No es determinante quién ha sido el árbitro que ha cometido el error ya que el otro árbitro tiene oportunidad de corregirlo si es necesario.
Si un árbitro se equivoca en la señalización, se deberá detener el juego, pedir la pelota, mostrar la señalización correcta y permitir que los jugadores tomen sus posiciones en el agua antes del reinicio del juego. Si ambos árbitros señalan simultáneamente tiros libres en direcciones opuestas, ninguno de ellos deberá cambiar su opinión o rectificar su decisión, simplemente para evitar mostrar un desacuerdo entre los árbitros.
Los árbitros deberán aplicar las reglas concernientes a la simultaneidad de faltas.
Después del partido, ambos árbitros abandonarán juntos el recinto de la piscina.