Hay situaciones en las que el árbitro debe afinar mucho su juicio para decidir qué tipo de falta y en qué momento la deberá señalar. El boya tiene la pelota y la suelta mientras está siendo cogido por su defensor. No se señala nada. Si el boya hace un segundo intento de ir a por la pelota pero el defensor se lo impide porque no lo suelta, se señalará la expulsión del defensor. Sin embargo, si está llegando la ayuda y el boya suelta la pelota como resultado de la acción de tirar hacia sí del defensor, se podrá señalar en algunos casos una falta ordinaria, pero en otros se señalará la expulsión. También se podría «dejar jugar». No se tiene de señalar alguna sanción de forma automática en estos casos. La correcta señalización dependerá de todo el contexto de ataque y defensa en el momento de la falta.
Consideraciones cuando el boya gana la posición al defensor. El boya gana la posición al defensor mientras tiene la pelota en su mano. El defensor puede coger o hundir al boya mientras va a por la pelota. Cuando el boya suelta la pelota, no se señalará falta inmediatamente. El árbitro permitirá un corto tiempo a que el defensor se de cuenta de que el boya suelte la pelota y él mismo suelte al boya; sin embargo, si el defensor no lo hace, se podrá señalar el penalti. Si el defensor inicialmente suelta al atacante pero a continuación le impide que recupere la pelota (por ejemplo, por impedir o hundir), se señalará también penalti. Esto será así si el boya se encuentra entre los 3 y 5 metros. Si se encuentra más cerca de la portería, es probable que el portero defensor llegue a quitarle la pelota. En este caso no se señalará ninguna falta ya que el atacante ha perdido la posibilidad de marcar gol.
Cuando el boya recibe la pelota, señalar falta con el criterio de maximizar las oportunidades de marcar gol. El boya ha ganado la posición y la mantiene. Recibe la pelota. Su defensor le está impidiendo de forma que el boya no es capaz de coger la pelota. Si no hay otros defensores cerca, el árbitro podrá dejar jugar si considera que el boya aún tiene buenas oportunidades de hacerlo. Si en ese momento, el defensor coge al boya, se le expulsará. Por el contrario, si está llegando la ayuda y el boya dispone de un muy corto espacio de tiempo para jugar, se podrá señalar una falta ordinaria para dar oportunidad a restablecer el ataque. Pero si fuera cogido, hundido o tirado hacia sí, se deberá señalar expulsión. Si la ayuda llega en el mismo momento en que el boya puede llegar a la pelota, entonces no se señalará nada.
Se debe considerar la técnica y la posición para ambos, atacante y defensor. Si el defensor realiza la acción de robar o recuperar la pelota rodeando al boya sin cometer falta, se puede considerar como buen juego de defensa. Si hubiera falta, el árbitro deberá determinar si era falta ordinaria o expulsión. El principio guía es regirse por la posición y la técnica. Una técnica deficiente de la que resulta un contacto con la cabeza, cuello o cara del boya, o por coger, hundir o tirar hacia sí, será señalado como expulsión.
Señalar las faltas oportunas independientemente del tiempo de posesión. Anteriormente, se indicaba a los árbitros que no fueran tan exigentes en las faltas que se producían en los últimos segundos de posesión; la filosofía ha cambiado. El equipo atacante tiene todos los 30 segundos de posesión para efectuar su ataque. No se tiene de dejar de señalar una falta por el simple hecho de que se está acabando el tiempo de posesión. Si el defensor comete una falta, se aplicará la sanción apropiada (falta ordinaria, expulsión o penalti) incluso si la falta se cometiera en el último segundo de posesión.
Guía para señalar faltas al boya cuando suelta la pelota con otros contrarios cerca de él. Como guía general, después de que un atacante suelta la pelota, se debe mantener dentro de la zona que estaba controlando. El espacio que controla, es la porción de la piscina que se encuentra a su alcance (por la longitud de sus brazos) pero que no está al alcance de un defensor (por ejemplo, su defensor, el portero o la ayuda). Si el boya suelta la pelota cerca del portero, el árbitro podrá señalar una falta ordinaria si el defensor impide la capacidad del boya de volver a coger la pelota; también se podría señalar un penalti. De la misma manera, si el boya suelta la pelota cerca de la ayuda, el árbitro podrá señalar falta ordinaria si el jugador no puede llegar. Normalmente, en estos casos no se señalará una expulsión. Además, antes de señalar la falta, si la hubiera habido, los árbitros tendrán de determinar si el boya aún tenía la pelota controlada o si ya había perdido el control de la misma.