Premiar el buen juego y penalizar el mal juego. El árbitro es un mediador entre los dos equipos permitiéndoles jugar dentro del espíritu y la letra del reglamento de waterpolo. En los apartados anteriores se habló de la ley de la ventaja. Para aplicar adecuadamente la ley de la ventaja, el árbitro debe distinguir entre lo que es un buen juego y un mal juego. Se debe premiar el buen juego de un equipo mientras que se debe penalizar el malo.
El objetivo de un equipo atacante es marcar goles a través del incremento del nivel de ventaja ofensiva. Unos ejemplos de un buen equipo atacante incluirían buenos pases al boya, buenos bloqueos y entradas, obtener posiciones de ventaja o incluso de gol probable, obtener expulsiones y penaltis, y demostrar un buen manejo de la pelota y un buen conjunto de equipo.
El objetivo del equipo defensor es evitar los goles. Ejemplos de un buen juego defensivo incluye minimizar las líneas de pases, mantener la pelota fuera de la zona de peligro sin cometer faltas, ganar y mantener una posición defensiva superior y mostrar que el defensa no está cometiendo faltas. Es obligación del defensor mostrar que no comete falta. Es importante recordar que es obligación del defensor mostrar que no está cometiendo falta.
El buen juego es fácil de reconocer porque el árbitro no encuentra necesario señalar demasiadas faltas. En los siguientes apartados se expondrán unos principios para reconocer el buen y el mal juego, y cómo los árbitros deben aplicar el reglamento y la ventaja, en cada caso.