Sancionar el jugador con un comportamiento inaceptable según el espíritu de las reglas. El waterpolo es un deporte de contacto. Sin embargo, no se debe aceptar el juego demasiado agresivo tal como golpear, dar patadas, juego violento, conductas antideportivas, persistencia en faltas y brutalidad. Los árbitros deben sancionar el juego o el comportamiento inaceptable dentro del espíritu del reglamento y evitar que el juego degenere en una batalla campal. Aunque normalmente las faltas se deben señalar dentro del contexto de la ventaja, en algunas ocasiones será necesario señalarlas inmediatamente sin tenerla en cuenta.
Usar el principio de «jugar la pelota y no el jugador». Es necesario aplicar el concepto de «jugar la pelota y no el jugador» cuando se trate de faltas agresivas. Cuando un jugador está jugando pendiente de la pelota, se puede producir contacto incidental con su adversario pero suele ser insignificante y muchas veces tolerado. Cuando el jugador empieza a estar más pendiente del adversario para evitar que obtenga la pelota, o la mueva o la controle, posiblemente cometerá alguna falta. El tipo de falta (ordinaria, expulsión o expulsión por todo el partido) dependerá de la fuerza del contacto y no de si hubo contacto.
Faltas de juego. Faltas ordinarias y expulsiones. Ver apartado 2.4.1. Cuando un jugador impide, empuja, o desplaza a un adversario para obtener la pelota, normalmente el árbitro señalará una falta ordinaria. Cuando un defensor coge, hunde o tira hacia sí a un atacante, el árbitro señalará una expulsión. Posiblemente las faltas más comunes en el perímetro son unas faltas fuertes y duras seguidas de un desplazamiento hecho por el jugador defensor. Cuando el defensor desplaza al atacante, esté se queda hundido o, al menos, se le retrasa la posibilidad de efectuar el tiro libre. Tal como se describe esta acción, se puede considerar como hundir a un jugador que no tiene la pelota, golpear al jugador o interferir el lanzamiento de un tiro libre, y todas ellas son faltas de expulsión del jugador defensor y se deben señalar.
Faltas agresivas. Ver apartado 2.4.2. Algunos defensores abordan a los atacantes de una forma agresiva tal que se puede considerar como golpear o dar patadas al contrario. Cuando un jugador, bien sea defensor o atacante, golpea o da patadas a un contrario, se le deberá expulsar por cometer faltas demasiado agresivas o incluso se le podrá expulsar por el resto del partido con sustitución por mala conducta (violencia o persistencia en cometer faltas). El juego demasiado agresivo en cualquier parte de la piscina se deberá sancionar con expulsión.
Finalmente, algunos jugadores marcan a sus contrarios con acciones propias de una película de karatekas. Evidentemente, este tipo de defensas no se deben permitir. A estos jugadores se les expulsará por 20 segundos por golpear o dar patadas o por todo el partido con sustitución por su mala conducta, violencia o persistencia en el juego sucio. Será decisión de los árbitros aplicar la sanción adecuada según sea el caso.
Cuando se produzca algún tipo de melé entre dos o más jugadores en las que se suceden acciones que empiezan a ser demasiado agresivas pero imposibles de ver debido al lío y la espuma, el árbitro no esperará a ver alguna acción clara y pitará deteniendo inmediatamente el juego y señalando una sanción que, aún sin estar seguro, crea tener más posibilidades de haber sucedido o incluso podrá señalar un saque neutral, aunque en este caso deberá estar precedido de una expulsión doble. Esperar a estar seguro a sancionar en situaciones confusas tiene el riesgo que las acciones se vuelvan violentas y se lleguen a producir lesiones.
Cuando haya una disputa entre dos jugadores sin que el árbitro pueda apreciar exactamente lo que está sucediendo, pero uno de los jugadores sale del agua con una señal inequívoca de haber recibido un mordisco en una zona del cuerpo imposible de autolesionarse, se deberá expulsar al contrario por brutalidad.