3.2.10 Trabajando en equipo

Los dos árbitros y los miembros del jurado son las únicas personas en la piscina a los que no les importa quien gane o quien pierda; por eso, se deben dar soporte mutuamente. Esto no significa que deban señalar faltas en el área del otro. El árbitro en defensa, en particular, estará atento a si hay demasiada actividad en la zona atacante. Si así fuera, puede tratar de ver si el árbitro en ataque pudiera necesitar ayuda. Si fuera necesaria alguna aclaración entre los árbitros, pedirán la pelota y se juntarán para solucionarlo de la forma más rápida posible. Esta acción se debe evitar y efectuarla sólo en casos excepcionales. Además, durante la consulta, no dejarán de estar atentos al campo de juego. Después, será el árbitro en ataque quien se encargará de explicar a los jugadores la situación y las reglas aplicadas.

Si se ha de amonestar al entrenador, el árbitro pedirá la pelota y le mostrará claramente la tarjeta amarilla. Mientras un árbitro se dirige al entrenador, el otro está atento a la piscina. Al final del partido, los árbitros repasarán rápidamente el acta, la firmarán si no hay errores y abandonarán juntos la piscina.